lunes, octubre 26, 2015

«El velero Galatea»


EL VELERO GALATEA
Arminio Sánchez Mora
Miguel Aceytuno Comas
ISBN 9788494267888
Formato GRANDE 24x18 cm - 516 páginas

Desde hace unos días navega por las aguas procelosas de la edición un nuevo y dichoso proyecto que lleva por título El velero Galatea y que está firmado por nuestro viejo amigo Miguel Aceytuno y por el veterano Arminio Sánchez, quien fue miembro de la dotación de este mítico buque escuela.

Me podría poner a cantar y loar las proezas de estos dos hombres enfrentados al peor enemigo del Pasado: el Olvido, pero lo mejor sería ahondar en los pensamientos de ambos, qué les ha empujado a plasmar en papel una ardua tarea de investigación para rescatar otro de los buques míticos de nuestra Marina; por ello, he tenido a bien realizarles una pequeña entrevista que han respondido tan amablemente y que procedo a trascribir:

Ya sabes que conozco muy bien lo que supone la pérdida de la memoria y recuerdos de las gentes que han estado antes que nosotros hollando esta tierra, sus experiencias; pero, ¿cómo te vino la necesidad de recoger las memorias de los navegantes del Galatea en particular?

(Arminio) Fueron los recuerdos de mi estancia en el Galatea, allá por el año 1974, cuando un día me pregunté: ¿Qué será del Galatea? ¿Quizás pueda ver algo sobre el velero en Internet?

Me puse manos a la obra y apenas había resultados en los buscadores. Aunque, gracias a este empeño, pude contactar con dos veteranos que habían navegado en el buque y que se anunciaban para encontrar algún compañero de los años ‘50 cuando navegara a bordo. Me puse manos a la obra y realizamos un blog donde comenzar a trabajar para recuperar al olvidado y querido velero que tanto marcó nuestras vidas.

Más adelante se colaboró en varias publicaciones de prensa,  junto con otro compañero, que comenzó a fraguar también la idea dar a conocer al Galatea y se comenzó a rescatar  historias, navegaciones, vida a bordo, anécdotas y fotografías que habían permanecido guardadas por los familiares de aquellos marinos que ya no estaban entre nosotros, siendo estos recuerdos los que nutrieron el blog que llevamos desde hace ya más siete años.

(Miguel) Un golpe de suerte, de esos que suceden pocos en esta vida. Una obsesión en mí es que no se olvide el pasado. Tengo un sextante (y sé utilizarlo); estoy en una asociación de recuperación de la memoria naval catalana… Fue Arminio quién me ofreció colaborar en este proyecto. Para cuando me incorporé había hecho todo el trabajo duro: crear y mantener un blog, la cuenta de Facebook… Pero lo mejor fueron los testimonios de los protagonistas. ¡Parecen de otra época y puedes charlar con ellos ante una cerveza! Navegando a vela como en el siglo XIX.

Supongo que habrá algunas personas que has entrevistado y que no han podido verlo editado, como a otros que no te habrá dado tiempo de acercarte con la grabadora.  Supongo que eso duele mucho.

(Arminio) Pues duele bastante y desde aquí, mi recuerdo al Timonel del Galatea y Héroe de la Riada de Valencia de 1957,  Don Gerardo Ureña Massa, que descubrió su faceta de escritor al redactar historias que se vertían a raudales en el blog. Su pluma sencilla y buenísima, muy parecida a la de Pío Baroja, nos daba cada día esas bocanadas de aire fresco que nos dejaba maravillados y que se pueden leer en el nuevo libro El velero Galatea. Lamentablemente falleció hace algunos meses, no viendo cumplido el sueño de ver sus relatos en el libro.

También se han quedado en el tintero algunos testimonios de familiares de comandantes del Galatea,  como el de un hijo donde nos contaba como siempre esperaba a su padre, mirando al mar, cuando sabía que pronto iba a regresar a casa. 

Por unas cosas o por otras no pudimos llevarlo al papel. Es una lástima.

(Miguel) Bueno… mi tío bisabuelo era Millán Astray.  No pude llegar a conocerlo por edad, pero seguro que hubiera sido interesante.  De joven me iba de birras con su primo, mi abuelo. No es broma. Era más divertido que muchos amigos míos. Cuando murió me enteré… que había sido uno de los tres impulsores del golpe de estado en la base de San Fernando.  Fue una impresión… yo recordaba al abuelete amante de mirar chicas y de tomar de vez en cuando una cervecilla… Aún no puedo imaginarlo pistola en mano, ni nunca podré. Eso me hizo pensar mucho.

¿Qué pretendes con esta obra, aparte de rescatar las memorias de estos mayores?

(Arminio) Sobre todo que se sepa que existió este buque, pues siempre  ha sido ese gran desconocido por casi todos. De esta manera quedará para la posteridad, para que la estela que dejó en la Historia no se borre en la inmensidad del mar y quede reflejada para que, pasados los años, se pueda leer al menos la vida en el Galatea. Bajo mi opinión, bien valdría para una buena película de acción.

(Miguel) Disfrutar de la vida. Este proyecto es un placer. Soy un tipo afortunado. Desde que tenía 25 años he podido mantenerme trabajando (eso sí, una jartá) solo en cosas que me gustan. Tocad madera, que siga. 

Ilústranos un poco acerca de cómo fue la labor de búsqueda de “testigos”. ¿Qué peripecia puedes destacar?

(Arminio) Pues mira, los testigos y gracias a Internet, se buscaban unos a los otros y muchas días al abrir el correo, te llegaban historias sorprendentes y fotos que te quitan el hipo.

Valga como ejemplo, el relato  del Ciclón de las Azores de 1946 que se puede leer en el texto y es contado de primera mano por el mismo comandante del buque, a través de documentos que han conservado aquellos veteranos que navegaron a bordo.  

Pues estando terminando de preparar el libro, nos llega un correo de la familia Pego Bové, del ya fallecido José Pego, con el manuscrito de los hechos, que su padre,  guardó durante muchos años. Y dice así: 

«Gustoso aportaría mi granito de arena para salvar al Galatea, como él nos salvó, a toda su tripulación, aquella noche. Ya no le llamaríamos más, como cariñosamente le llamábamos: Tardón, Cáscara de Nuez, Barrigudo, etc, cuando lo comparábamos con otros veleros que conocíamos.

»Y la corneta sonó. Sonó desagradable e impertinente a aquellas horas.
No, no soñábamos, era el toque de “maniobra general”». 

Este relato sigue varias páginas y es contado desde el punto de vista de un especialista que acababa de embarcar a bordo. O sea, que se tienen la dos versiones: la del cuaderno de bitácora del comandante y la de un marinero. Es por eso por lo que te quedas alucinado de lo que nos pueden contar los mayores, como dice mi compañero Miguel Aceytuno.

(Miguel) ¡Golpe de suerte! Arminio había hecho todo el trabajo de montar un blog, como antes te contaba. A partir de ahí, los tripulantes fueron aportando sus historias.

¿Tienes más proyectos de este tipo guardados en la recámara?

(Arminio) Bueno pues sería una buena idea escribir una novela basada en el Galatea, aunque sé lo difícil que es este género narrativo, pues tiene que enganchar al lector desde la primera página. También conseguir que se realice un documental, como el que se quedó en el tintero, o sea,  un proyecto de TVE para realizar un reportaje del Galatea, en el que se reseñaba a Miguel Delibes como marinero voluntario en el buque entre otras cosas. Lamentablemente no era actualidad y el proyecto no se realizó al final.

(Miguel) Tras la serie Buena gente en una mala guerra, quiero ahora profundizar en las vivencias de aquellos hombres a principios del siglo pasado, que vivieron la muerte comercial de la vela y el nacimiento del vapor. Y seguir hablando con viejos marinos. Además, resulta que cocinan muy bien. Navegar con ellos es una delicia.




El libro El Velero Galatea está a la venta en la Librería Central Librera de Ferrol, calle Dolores 2. Tfno 981 352 719 Móvil 638 59 39 80. Hacemos envíos a cualquier lugar.
Se puede comprar picando aquí:  Ir a El velero Galatea

También en la Librería Náutica de Barcelona  tlf.933150504
Se puede comprar picando aquí:  Ir a El velero Galatea

3 comentarios:

Alfonso Balseiro dijo...

Genial el libro y genial este blog por darlo a conocer. Me lo leí en tres días, dándomde un atracón de velero Galatea. Me gustó la forma en que te van metiendo a bordo, sabiendo además que son hechos reales.
Me sorprendió la historia de Aleta de Tiburón, pues te hace vivir lo que pasaron esos muchachos recién llegado de sus hogares y como se van adentrando poco a poco en esa dura vida de la Marina.
Enhorabuena por rescatar algo que se habría perdido para siempre. Chapeau por los autores y un chapeau al cuadrado por los valientes marinos que dejan sus testimonios en este hermoso libro.

Eduardo Ruiz Mañogil dijo...

"INGRATA PATRIA, NI SIQUIERA TIENES MIS HUESOS". Elocuente y significativo principio para este bello libro que tengo en las manos y con el que estoy seguro voy a disfrutar durante largas horas.
Hay una película de Silvester Stallone en la que el coronel le dice a Rambo, "No odies a tu país y Rambo, con cara sorprendida le responde, "¿Odiarlo?. Daría mi vida por él".
Si navegáramos por el mar de la fantasía y le dijéramos a nuestro Galatea "No odies a tu país" no creéis que él nos respondería, ¿Odiarlo?, ¡He dado mi vida por él!

Gracias Arminio, a tí y a todos los amigos que con tesón y cariño habeis llevado a buen puerto esta maravillosa aventura. Me apena no obstante pensar que quizás la aparición de este libro pueda llegar a ser el comienzo del fin de "El Galatea y sus comentarios". Os reitero mi felicitación, el libro es magnífico y espero y deseo que seamos muchos los que disfrutemos con su lectura y aprovechemos la ocasión para dedicar un sentido recuerdo a los galateanos que ya nos dejaron, especialmente a ese gran timonel que fue Gerardo Ureña Massa.Un cordial saludo. Atentamente.

Anastasio Segura dijo...

Pero no me lo puedo creer que tenga en mis manos un libro del Galatea, dónde se cuenten cosas sobre el buque. Dónde al leer me sienta identificado con los personajes, donde viva de nuevo lo que viví hace ya muchos años, dónde se me salten las lágrimas y se me abra el corazón, dónde sonría como un niño y me llene de emoción, sintiéndome otra vez con sesenta años menos.
Todo esto me ocurre al pasar cada página de este archivo de mi vida y creo que también estén pasando por lo mismo muchos como yo, que tuvimos la fortuna de retar al mar en este cascarón entre las olas.

Gracias de corazón a los que han tenido la osadía de escribir sobre algo que nadie ha escrito o de lo que nadie se ha molestado en pensar, parecía que nuestra juventud no había existido.
No se como agradecer lo que nos habéis dado, no se como agradecer que cada día me vuelva a levantar con alegría, no se como agradecer que vuelva a pensar que yo merezco la pena. Si, al ocaso de mis años me levanto como si fuera un chaval, para seguir leyendo las páginas de mi vida, páginas que me gustaría que nunca se acabaran pidiendo seguir leyéndolas muchos días más.

No quiero ser pesado y os quiero agradecer la medicina infalible que me habéis dado, ni el mejor médico del mundo me habría curado tanto. Por ello recomiendo a todos los que estuvieron como yo en la Marina, que lo lean, y no solo en la Marina, creo que viene bien a todos los que pisan tierra firme, para que sepan la vida de sus mayores. Nunca me gasté unos euros en mi vida tan bien gastados.
Un abrazo a todos