miércoles, enero 28, 2015

28 de Enero de 2015

Tal día como hoy, en 1963...



Cartagena es testigo de la entrega del submarino Foca I SA-41 a la Armada española.

La historia de esta clase Foca de submarinos enanos de ataque tiene su miga a pesar de que solo hubo dos unidades, el Foca I SA-41 y el Foca II SA-42, de deslucida carrera militar y a los que se les puso la quilla el 28 de Noviembre y 1 de Diciembre de 1953 respectivamente.

El primero de ellos fue botado el 15 de Abril de 1955, no siendo entregado, como reza la entrada misma, hasta el día de hoy, hace cincuenta y dos años. Mucho tiempo, demasiado, pero es que su gemelo no fue botado hasta el 4 de Febrero de 1963, siendo entregado a la Armada el 16 de Abril de 1964.

A pesar de todos estos esfuerzos y retrasos, ambos buques fueron dados de baja por Orden Ministerial nº 3182/69, de 4 de Julio de 1969.

Estos minisubmarinos, cuya construcción fue encargada a la Empresa Nacional Bazán de Cartagena tenían las siguientes características técnicas:

  • Una eslora total de 13,75 metros y una manga de 1,70. 
  • Su desplazamiento en superficie era de 17,81 toneladas, que aumentaba a 20,38 en inmersión. 
  • Contaban con dos motores diésel Pegaso de 125 HP para navegación en superficie y uno eléctrico Cenemesa (patente de Siemens) de 110 HP cuando navegaba bajo las aguas.
  • Su cota máxima era de 80 metros y poseía un área de acción de 600 millas náuticas en superficie, que se reducían a 11,5 en inmersión a su velocidad máxima (11,5 nudos).
  • La autonomía en económico e inmersión era de 120 millas.
  • Se armaba de tan solo dos torpedos de 533 mm. G7E, uno a cada banda.
  • Dos hombres componían su dotación.


Hasta ahora no parece nada del otro mundo. Incluso parecen un par de unidades de risa, pero no así su génesis.

Son producto de la mente del ingeniero alemán Dr. Erich Vollbrecht, quien recaló en España una vez finalizada la segunda guerra mundial, llevándose consigo algo más de cinco mil planos microfilmados de submarinos de la Kriegsmarine.

Vollbrecht fue el líder de un grupo de doce ingenieros de la élite técnica alemana captado, supuestamente y tras 1945, por la Oficina Técnica de la Empresa Nacional Bazán. Arribaría a Madrid en 1949, donde permanecería a lo largo de diez años, tras los cuales volvería a su país, ya Alemania Federal, reenganchándose en la Marina de guerra y ocupando plaza de profesor en la universidad de Aachen (Aquisgrán).

Contratado por la EN Bazán en 1950, desde sus dependencias en Madrid, Vollbrecht decidió comenzar su andadura en España con el modelo Seehund (Foca en castellano). Pero, ¿por qué con este tipo de submarinos? El ingeniero alemán había destacado durante la contienda mundial por sus innovadores diseños, llegando a ser consejero naval e inspector general de construcciones de submarinos enanos. Estaba en su salsa, pero quería comprobar la capacidad industrial nacional para hacer frente a futuros proyectos de mayor envergadura. Dar los primeros pasos con algo pequeño para, luego, ir a algo más grande. Si se podía construir sin problemas este par de minúsculos buques, con piezas realizadas en distintos puntos del país y transportadas por carretera y ferrocarril hasta su lugar de ensamblaje, Vollbrecht comenzaría a dotar a la Marina de guerra española de submarinos de asalto mucho más serios.

Debido a la necesidad de ajustarse a lo que ofrecía el país en aquellos instantes, se procedió a variar el proyecto original, aunque siempre ajustado a los estudios contemporáneos, por lo que se creó un submarino que navegaba bien en inmersión, pero no así en superficie.

No os aburriremos con todos sus problemas técnicos, sobre todo en cuanto a sus baterías, peligrosas y de escasa vida; por lo que esta parte nos la saltamos y nos dedicaremos a analizar de forma somera su escasa vida operativa.

  • Durante los cuatro años del SA-41, tan solo realizó cincuenta salidas a la mar; siendo que su gemelo SA-42 (llegaría a cumplir tres años) se quedó en veintiocho. 
  • Incómodas y peligrosas, el coste de mantenimiento de estas unidades era demasiado elevado, cifrándose en 500.000 ptas/cu/año, lo que permitió dar carpetazo al asunto y pasar a otra cosa.
  • Tras la fecha fatídica del 4 de Julio de 1969, el SA-41 fue designado a la Estación Naval de Algameca para que sirviera de “pecio” para la realización de prácticas por parte del Centro de Buceo de la Armada. Luego, terminó expuesto en los jardines de la Estación Naval de Mahón con el numeral equivocado SA-42.
  • Por su parte, el verdadero SA-42 quedó en el patio principal de la Base de Submarinos Isaac Peral de Cartagena.




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