martes, septiembre 23, 2014

23 de Septiembre de 2014

ABC


LUIS M. ONTOSO / MADRID
Día 23/09/2014 - 08.34h

El presidente de la Liga Naval considera que la UE aplica un doble rasero y dice que España debe «exigir para sus astilleros el mismo marco que rige para Francia, Holanda y Bélgica»

Acceder a los edificios céntricos de Madrid resulta, en ocasiones, un viaje al pasado y hacia lo inesperado. Es el caso de la sede de la Real Liga Naval Española, en plena calle Mayor. El bullicio, el sonido de los cláxones, apenas se puede percibir en este salón decorado con una imponente carta naval del siglo XVI, que cubre casi por completo una de las paredes, y varias maquetas, entre ellas reproducciones de las carabelas de Colón y la galera real que encabezaba la flota de la Liga Santa en la batalla de Lepanto. En el corazón del Madrid de los Austrias se respira salitre, brisa marina, aprecio por un sector naval que, a juicio de Juan Díaz Cano, presidente de esta institución, ha perdido peso en las últimas décadas. La Liga Naval organiza esta semana su II Congreso Marítimo Nacional en Santander, que se celebrará durante el martes, miércoles y jueves de esta semana.

-¿Por qué la necesidad de realizar este congreso, el segundo desde 1901?

-Las cuatro marinas se encuentran en una situación muy complicada. De la marina mercante solo disponemos de 130 barcos, que suponen2,5 millones de toneladas. Hemos perdido en cuarenta años el 70% de nuestro tonelaje. Países como Bélgica, Holanda y Dinamarca no poseen una tradición marítima superior a la nuestra y, sin embargo, tienen unas marinas mercantes más potentes. En el caso de los astilleros, debido al problema de la inacción gubernamental, España tan solo es capaz de captar el 0,4% de los contratos de nuevas construcciones que se firman en Europa. La marina de pesca, por su parte, se ha convertido en una moneda de cambio devaluada en las instituciones europeas. Por último, la marina deportiva podría tener una gran pujanza, pero padece el yugo fiscal de un impuesto de matriculación que solo existe en nuesro país.

-¿Por qué cree que el sector naval español está en esa situación?

-España entró en la Comunidad Económica Europea mediante una negociación en la que nuestra debilidad era grande. Siempre he tenido la sensación de que existió una especie de pacto para que España renunciase a sus industrias de la mar a cambio de una serie de mejoras de infraestructuras, seguridad política, seguridad exterior, etcétera. No es normal que España pasara de ser la tercera potencia mundial de construcción naval a no pintar absolutamente nada en la actualidad.

-Pero los puertos españoles por tráfico de mercancías suelen encontrarse entre los principales de la UE...

-La mayoría de los actores implicados en el transporte marítimo ganan dinero, con excepción de las navieras. No se ha producido esa necesaria liberalización de los puertos, lo que explica que, debido a esos costes colaterales, se vean lastradas sus cuentas de resultados.

-El Gobierno está dando varios pasos en la liberalización de los servicios públicos, como es el caso del transporte ferroviario y el aéreo. ¿Qué medidas considera necesarias en los puertos?

-El primer paso sería que los poderes públicos tomaran conciencia. La labor de la Liga debe ser esta, favorecer que todo este tipo de iniciativas tengan eco. Nosotros tenemos intención de reunirnos con Fomento para presentarle las conclusiones del Congreso .

-¿Son estos costes la raíz del problema de la autopista del mar Gijón-Nantes, que se cerró esta semana?

-No es un tema de costes, sino de falta de tráfico. No veo la lógica de crear esa línea. Si a eso se añaden costes más exagerados que pudieran existir en España frente a los franceses es posible que resulte más deficitaria. Aunque reconozco que no soy un experto en el sector de las navieras, lo veo como espectador imparcial.

-¿Considera que los astilleros no son viables sin subvenciones?

-La construcción de un barco tiene dos componentes: el tecnológico, en el que España está a la altura de cualquier país europeo, y la mano de obra. La española no es más cara que la francesa o la holandesa. ¿Cómo se explica que en esos países se puedan construir barcos y en el nuestro, no?

-¿Cómo se explica? ¿Cree que existe un doble rasero por parte de la UE?

-Absolutamente. No es normal que Francia estuviera aplicando el mismo sistema de «tax lease» empleado en España y que, denunciados precisamente por Francia, los astilleros españoles hayan sido los únicos perjudicados con las sanciones comunitarias. España debe exigir el mismo marco que rige para Francia, Holanda o Bélgica.

-¿Es preocupante la reducción de buques en la Armada española?

-Desde la Transición ningún Gobierno ha prestado atención a la Armada. La excusa para no hacerlo siempre ha sido el presupuesto. Hoy en día tan solo disponemos de un submarino operativo y hemos perdido el único portaaviones que teníamos para ser sustituido por un buque polivalente. En realidad este buque tiene una proyección muy diferente a la de un portaaviones. La parte positiva de nuestra flota de guerra está en la alta tecnificación de nuestras fragatas.

-Y supone un riesgo para la seguridad...

-Efectivamente. Nos hemos quedado en una situación muy delicada con respecto al tema de los submarinos. Necesitaremos algunos años para disponer del S-80, una apuesta que estoy seguro la industria española será capaz de ganar.

EL CONFIDENCIAL


El futuro de la Armada española pasa por las fragatas F-110, buques que aún se encuentran en fase preliminar y que no entrarán en servicio hasta bien avanzada la próxima década.

A día de hoy, se conocen ya muchos detalles técnicos acerca de cómo serán estos buques, llamados a ser la ‘joya tecnológica’ de las Fuerzas Armadas españolas. Se trata, dicen los expertos, de la mayor inversión en ‘I+D+i’ de cuantas ha emprendido el ministerio de Defensa.

Sin embargo, hay una incógnita que aún no ha sido despejada, y que podría suponer una gran sorpresa: qué nombre se dará a esas nuevas fragatas.

Según ha escuchado El Chivato en altos círculos militares de la Armada, se especula con la posibilidad de que una de las unidades de la serie F-110 lleve un nombre concreto: la fragata 'Reina Letizia'.

De momento, tal y como se valora en estos ambientes, es tan sólo una posibilidad, aunque quienes ya han tratado este tema “de forma extraoficial e informal” afirman que es una posibilidad “factible” y que a priori cuenta con bastante respaldo entre los militares de alta graduación

También recuerdan que, de momento, no hay ningún buque bautizado con el nombre del nuevo monarca, el rey Felipe.

ABC BLOGS. POR TIERRA, MAR Y AIRE


Publicado por Esteban Villarejo el sep 22, 2014

Este martes tendrá lugar el inicio del curso en Talarn, o Tremps, según se mire. Hablamos de la Academia General Básica de Suboficiales (AGBS), la institución militar más importante de las Fuerzas Armadas en Cataluña. Un acto que presidirá el ministro de Defensa.

Situada en la comarca ilerdense de Pallars Jussá, aquí curiosamente los alcaldes de ambos municipios (independentistas-republicanos de GT-Reagrupament y PSC) se han unido estos dos últimos años para evitar cualquier merma de la institución militar por los recortes, dado el «motor económico» que supone para la comarca el medio millar de alumnos, el centenar de militares y los 40 puestos de trabajo civiles que se emplean en la AGBS.

Aunque sea por el impacto económico, estos dos municipios han dejado claro su voluntad de que el Ejército de Tierra permanezca en la comarca e incluso (pero muy discretamente) la Generalitat ha pedido oficialmente su continuidad al Gobierno, al margen de alguna intervención parlamentaria de CiU en el Congreso de los Diputados en este sentido:

«¿Es consciente el Gobierno del importante perjuicio para el desarrollo económico y social de la zona que supondrá el cierre de la Academia General Básica de Talarn?», preguntaban el 11 de abril de 2012 por escrito al ministro de Defensa los parlamentarios de CiU, María Concepció Tarruella Tomàs y Jordi Xuclà i Costa.

Los que hemos seguido este debate en los últimos años, sorprendidos quedamos por el mismo. Surrealista cuanto menos: CiU defendiendo la continuidad de la academia militar en Cataluña y ERC instando al Ministerio de Defensa a un «reparto de activos para cuando se produzca la independencia» (diputado Alfred Bosch, 13/11/2012). Ambos son socios de aventura independentista/secesionista… o pregunta con final «sí/sí» (puestos a elucubrar… ¿tan difícil es proponer una pregunta clarita de «sí o no»?).

Por otro lado, los mismos independentistas/nacionalistas (¿hay ya alguna diferencia?) critican las maniobras militares del Ejército del Aire o desdeñan la vinculación histórica del buque insignia de la Armada Española con la ciudad de Barcelona (Xavier Trías). Todo esto para empezar.

Quizás, todo ello no sea sino parte del mismo disparate. Al menos, señores independentistas, sean coherentes.

El mismo Artur Mas, cuando ejercía algo más de presidente de todos los catalanes que ahora, asistió a una entrega de despachos el pasado año en la Academia General Básica de Suboficiales (foto que encabeza esta entrada de blog). Al acto de hoy, no acude.

Buen momento para recordar esa estrofa del himno de la Academia que dice así:

«Mi alma templó

tu Academia leridana

donde aprendí

a quererte con fervor

una virtud

que adorna y ennoblece

a un soldado fiel

a tu historia y esplendor»

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