jueves, octubre 03, 2013

3 de Octubre de 2013

EL CONFIDENCIAL


Ángel Collado / 03/10/2013 (06.00)

Los presupuestos de la recuperación han pasado por encima de la industria nacional dedicada a la Defensa, que, otro año más, se queda sin encargos del Ministerio en el arranque del ejercicio. Las cuentas del Estado no pueden ser más restrictivas en el capítulo de inversiones en los programas de modernización: sólo 6,84 millones de euros y todos para proyectos del gigante europeo de la aeronáutica EADS. Navantia, la empresa nacional especializada en barcos de guerra, y los fabricantes de blindados con plantas en España no cuentan con partida alguna.

El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 descarta de entrada cualquier nuevo encargo para Navantia, empresa que está pendiente de conseguir contratos fuera de España para mantener la actividad en sus astilleros, en especial los de Cádiz. Defensa sigue sin fondos para proseguir con la renovación de los patrulleros de la Armada con los nuevos BAM(buques de acción marítima) después de recibir las primeras unidades en los dos últimos años.

Navantia firmó la pasada semana un contrato con la Marina de los Estados Unidos para ocuparse del mantenimiento de los cuatro destructores que estarán desplegados en la base de Rota a partir del próximo año como parte del escudo antimisiles. El acuerdo forma parte de los compromisos suscritos entre los Gobiernos de España y Estados Unidos en 2011 y supondrá para la empresa nacional ingresar 200 millones de euros y una carga de trabajo de entre 150.000 y 200.000 horas.

Pero el contrato de mantenimiento estaba descontado y, según reconocen en fuentes de la empresa, apenas servirá para paliar el problema de los astilleros de Cádiz, que siguen sin tener tarea ni para la mitad de la plantilla una vez concluida la construcción de la primera serie de BAM para la Armada española. El futuro de la factoría gaditana sigue pendiente de los contratosque pueda conseguir Navantia fuera de España.

En el proyecto de presupuestos, el Gobierno no renuncia a seguir con los grandes programas de modernización de las Fuerzas Armadas, pero insiste en que están sometidos a un proceso de “reprogramación” por su alto coste y que tiene que analizar las condiciones de cada uno para buscar soluciones “siempre dentro de las disponibilidades financieras”.

Sin inversiones ni pagos para los barcos que más urgen a la Armada (los BAM) ni para los blindados Leopard o Pizarro que se fabrican en España, Defensa aduce que la “insuficiencia presupuestaria” obliga a prever “inicialmente” partidas sólo para tres proyectos: el caza EF-2000 (Eurofighter), que se lleva casi toda la inversión (4,9 millones de euros); el avión de transporte militar A400M (1,1 millones,) que se acaba de montar en Sevilla, y el helicóptero de ataque Tigre (736.830 euros).

El Ejecutivo hizo el año pasado un planteamiento similar de previsiones de gasto en material de Defensa, pero pasada la mitad del ejercicio tuvo que habilitar un crédito extraordinario de 884 millones de euros para hacer frente a los atrasos y deuda contraídos con la industria multinacional europea y la local. Casi la mitad de esa partida (376 millones) se destinó al Eurofighter, pero otros 190 millones fueron para pagos por atrasos o proyectos en marcha de Navantia.

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