INFODEFENSA
06/09/2013
(Infodefensa.com) Madrid – El Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria, fabricado por Navantia para la Armada española, ha iniciado la fase final de su despliegue en Australia, que comenzó en febrero pasado como resultado de un acuerdo de colaboración entre las Armadas española y australiana firmado en julio de 2012.
Según ha informado la Armada, el Cantabria ha salido nuevamente a la mar después de que quedara atracado en su base de Garden Island desde el 1 de agosto para realizar su segundo y último periodo programado de mantenimiento. En esta última etapa de mar, el buque realizará un adiestramiento de tres semanas de duración junto a la fragata australiana Stuart y la neozelandesa Te Mana en aguas al este de Australia.
Además, en esta ocasión, el BAC llevará a bordo una Unidad Aérea Embarcada, formada por dos helicópteros AS350BA Squirrel y 26 personas del Escuadrón 723 de la Marina Real Australiana (RAN). Las pruebas de interoperabilidad entre la aeronave y el buque se efectuaron con éxito los días 20 y 21 del pasado mes de agosto.
Durante el mes que ha estado en puerto, el Cantabria ha compatibilizado los necesarios trabajos de mantenimiento de equipos y sistemas con una importante labor de representación, realizando actividades institucionales tanto con miembros de la comunidad española en Sídney como con ciudadanos australianos que han mostrado gran interés por el buque español.
El buque aprovechará las próximas navegaciones para realizar la integración completa del personal que se incorporó en la segunda rotación durante la primera quincena de agosto. El sistema de rotaciones, contemplado en el Proyecto de Acuerdo entre las Armadas española y australiana, ha permitido a la dotación disfrutar de permisos en territorio nacional, compatibilizando el nivel de esfuerzo del personal con el mantenimiento de la operatividad del buque. La dotación actual con la que cuenta el buque es de 144 personas.
Cuando concluya su participación en el presente adiestramiento, el Cantabria participará en los ejercicios multinacionales ‘Triton Centenary 13’ y culminará el despliegue con su presencia en la ‘International Fleet Review’ el próximo mes de octubre.
ATENEADIGITAL
J.M. Vera jueves, 05 de septiembre de 2013
Los responsables de la División de Planes de la Armada han respondido a las preguntas de Atenea sobre las razones de la Armada para adquirir este primer vehículo aéreo no tripulado, sus prestaciones y porqué se ha optado por un modelo sueco, SKELDAR V-200, en vez de uno español. "En el futuro tendremos una flotilla de UAS", han destacado fuentes oficiales de la Armada.
¿Qué importancia tienen los UAS para la Armada española?
Los sistemas UAS son por lo tanto esenciales para obtener superioridad en la información, minimizar riesgos para el personal, reducir el esfuerzo de las dotaciones de helicópteros y complementar a otros medios de vigilancia existentes.
La necesidad de contar con Sistemas Aéreos no Tripulados (Unmanned Aerial Systems, UAS) de empleo táctico, embarcados, es una necesidad de la Armada, apoyada por el JEMAD, que cobra especial relevancia en operaciones de seguridad marítima como el despliegue en la Operación Atalanta, de lucha contra la piratería en el océano Índico.
¿Cuál es el principal problema para usarlos desde un barco?
La operación de un UAS desde un buque está muy condicionada por la precisión y la seguridad que debe tener el sistema en los aterrizajes y despegues para evitar su caída al agua o el impacto sobre alguna parte del buque. La operación del sistema se realiza desde una plataforma móvil y de tamaño reducido (la cubierta de vuelo de un buque esta siempre afectada por el movimiento del buque en la mar). Además hay que tener en cuenta que las operaciones de toma y despegue se realizan en un entorno de gran densidad electromagnética que no debe afectar a los sistemas de control de la aeronave y viceversa.
¿En qué se diferencia un UAS del Ejército de Tierra de los que necesita la Armada?
Los UAS de ámbito marítimo deben estar especialmente diseñados y protegidos para operar en los ambientes de corrosión marina que produce el salitre. Sus trenes de aterrizaje deben ser suficientemente robustos y adaptados tanto para las tomas sobre superficies móviles (donde se producen aceleraciones y deceleraciones verticales, balances y cabezadas) como para poder permanecer sobre la cubierta sin riesgo de deslizamiento (sistemas antideslizamiento).
Si bien los vehículos de ala rotatoria (despegue y toma vertical) parecen adaptarse mejor a los requisitos fijados por la Armada, quizás en el futuro pueda pasar por una combinación de ambos (UAS de ala fija y UAS de ala rotatoria). Además deben ser de reducido tamaño para su estiba y manejo a bordo, ya que está previsto que puedan operar de forma simultánea con los helicópteros embarcados, por lo que su periodo de alistamiento, despegue y recuperación debe ser mínimo para tener la cubierta de vuelo libre el mayor tiempo posible.
Otra de las diferencias es que deben utilizar combustible pesado (JP5) compatible con los utilizados en los buques para las aeronaves. Por ultimo su operación y mantenimiento debe poderse realizar por un número reducido de personas, adaptándose al concepto de dotaciones reducidas de nuestros buques.
¿Por qué es necesario contar con este tipo de materiales y qué ahorro suponen?
Los UAS disminuyen el número de horas de vuelo de los helicópteros (ahorrando combustible y fatiga a las dotaciones) , aumentan la persistencia de las aeronaves (pueden efectuar relevos en el aire), explotan la discreción que requieren algunas operaciones de vigilancia marítima (son difícilmente detectables) y reducen además el riesgo que en determinadas misiones pueden sufrir las dotaciones de las aeronaves pilotadas.
La Armada acaba de adquirir un UAS sueco, ¿qué tiene de especial este modelo?¿Porqué se ha apostado por él?
Realmente no se trata de una adquisición; la Armada llevaba varios años intentando culminar una primera fase del programa de obtención de UAS consistente en un contrato de prestación de servicios para dotar a los Buques de Acción Marítima (BAM) que están en la operación Atalanta. Con él se trata de adquirir así la experiencia necesaria en el uso de estos sistemas en operaciones antes de pasar a una segunda fase de adquisición.
La falta de candidatos que cumpliesen con los requisitos, la dotación económica del contrato o los plazos de ejecución del contrato han sido hasta este año obstáculos para la adjudicación final del contrato. Sin embargo, en diciembre de 2012 se lanzó una nueva oferta de la que ha resultado adjudicataria la empresa sueca SAAB con su sistema SKELDAR V-200 (vehículo de ala rotatoria y combustible pesado) que satisface los requisitos exigidos por la Armada.
Tiene como base el mismo modelo que el Pelícano de Indra, ¿porqué no se ha optado por un modelo español?
La empresa Saab ha sido la única capaz de proporcionar en los plazos previstos un sistema en producción, de demostrada eficacia, probado en un buque de la Armada o marina perteneciente a la OTAN, y en la que ninguno de sus componentes está en fase de desarrollo o ensayo.
¿Hay previsto utilizar o adquirir algún modelo español en 2013 o 2014?¿Se está evaluando alguno?
Ahora han finalizado las pruebas de integración del Skeldar, en uno de los BAM de la Armada, para garantizar su óptimo empleo operativo y seguro en la Operación Atalanta en la que participará en 2013. Será el rendimiento, la experiencia y enseñanzas obtenidas en este despliegue y la existencia de financiación la que condicionara la elección de futuros sistemas que puedan operar desde la Armada durante 2014, bien mediante un contrato de prestación de servicios o mediante la obtención definitiva de esta capacidad.
Por ello, la solución del UAS Skeldar es una solución provisional. Obviamente si existe un producto español con unos requisitos que cumplan las necesidades de la Armada será considerado con toda atención debido a que el mantenimiento, disponibilidad e interoperabilidad con los sistemas españoles siempre ofrece ventajas.
¿Cuál será el estreno del UAS adquirido por la Armada y para qué se utilizará?
El proceso de obtención de la capacidad de UAS embarcado se ha definido en dos fases. La primera se basa en un contrato de prestación de servicios. En ella se ha contratado el servicio con operadores, mantenedores y apoyo logístico, minimizándose así los riesgos de operar un sistema nuevo y sobre el que no tenemos experiencia. El objetivo es adquirir experiencia con este sistema y la empresa adjudicataria es responsable además de proporcionar instrucción y adiestramiento al personal de la Armada
¿Cuándo está previsto adquirir nuevos UAS?
Cuando se adquiera la experiencia necesaria, exista en el mercado un Sistema que satisfaga las necesidades de la Armada y se disponga de financiación se planteará la necesidad de obtener un sistema de forma definitiva (segunda fase del proceso de obtención).
¿Cuántos UAS tendrá la Armada en el futuro y de qué tipo?
Está previsto que cada Sistema UAS cuente con una estación de control y dos o tres vehículos para asegurar la persistencia en el aire (relevo en zona de dos vehículos) o ejecutar cuando sea necesario el mantenimiento de alguno de ellos sin que ello impacte en la operatividad del sistema. El número total de sistemas que necesitaremos está aún por determinar, pero debe permitir atender las necesidades derivadas de las operaciones actuales y de la vigilancia marítima en aguas españolas.
¿Tendrán a medio o largo plazo todos los barcos de la Armada un drone en dotación?
Está previsto crear en el futuro una Escuadrilla de Sistemas UAS tácticos de ámbito Marítimo (MTUAS). Esta unidad contara con Sistemas y personal suficiente para poder desplegarse en las unidades que se decida, con un criterio similar al que realizan las escuadrilla de Helicópteros y aprovechando la experiencia que tenemos en la gestión de Unidades Aéreas embarcadas. Por lo tanto no se trata de tener tantos sistemas como buques sino de estar en disposición de proporcionar sistemas a los buques que lo precisen. Para el diseño de la nueva Unidad se tendrá también en cuenta la estructura de otras escuadrillas de aeronaves y su composición (cualitativa y cuantitativa).
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