miércoles, julio 17, 2013

Sherlock Holmes. Juego de Sombras.

Título original: “Sherlock Holmes: A Game of Shadows” USA 2011. 129 Min. Género: Aventuras. Color. Director: Guy Ritchie. Interpretación: Robert Downey Jr., Jude Law, Noomi Rapace, Jared Harris.

“Robert Downey Jr. repite su papel como el detective más famoso del mundo, y Jude Law vuelve como su amigo y compañero, Dr. Watson en Sherlock Holmes: Juego de Sombras. Holmes siempre ha sido el hombre más inteligente de la sala... hasta ahora. El cerebro criminal en toda su extensión, Profesor James Moriarty (Jared Harris), no solo igual a Holmes en inteligencia, sino que además su capacidad para el mal le da una mortífera ventaja. Ahora que una oleada de muertes y caos han estallado a lo largo del mundo, sólo Holmes y Watson podrán detener al astuto Moriarty de completar su siniestro plan y alterar el curso de la historia.”

Temo, al comenzar a escribir esta reseña, que repita algunas cosas que ya dije cuando os traje al ENMP la segunda novela de Conan Doyle dedicada a Sherlock Holmes, sí, recordáis bien, “El signo de los Cuatro”. En aquel momento, si no me equivoco, ya hablé del gran acierto de Guy Ritchie de recuperar aspectos tan olvidados en la figura del extraño e inigualable detective como eran sus cualidades para el disfraz y la lucha. Asimismo, como que los protagonistas sean hombres jóvenes y no ya ancianitos con bastón (con todos mis respetos para esas producciones añejas), ya que ni Holmes ni Watson estaban entrados en años.

Por segunda vez, con un ambiente único y trepidante, nos deslizamos por los recovecos de otra historia de historias de Holmes, adaptadas al uso como vimos en la entrega que abrió esta saga que, por lo visto, tendrá continuación si nada se tuerce. Aunque no termina de convencerme estas películas de Ritchie, espero que no sea la última vez que Downey Jr. nos deleite con su interpretación y Law con sus puños y disparos (supongo que algún As habrá con el tema de la “enfermedad” de Irene Adler; ¿se la habrán cargado de verdad? Yo que sé).

No me termina de convencer porque sigo se encontrar la esencia intrínseca que imprimió Conan Doyle a sus personajes. Cierto que en estas películas son tremendamente divertidos y el mero hecho de que Stephen Fry sea Mycroft Holmes es para darle un 10, pero sigue ahí ese vacío que, igual, solo veo yo.

De esta historia, en la que entra en escena el pérfido profesor James Moriarty, con Sebastián Morell, nos encontramos con unos últimos 20 minutos que, a mi entender, no son nada originales. No quiero hacer spoiler, aunque a estas alturas casi dos años después de su estreno (si es que no se han cumplido ya), creo que haya pocos lectores aquí que no hayan visionado esta película. Resulta que el malvado plan final es algo bastante trillado. Es más, creí estar viendo algunas notas de... ¿“La liga de los hombres extraordinarios”? Provoquemos una guerra mundial y seamos nosotros los dueños de las factorías. Es más, creo que la mansión en Reichenbach era calcada, en algunas notas, al castillo del otro Moriarty en la infame adaptación del cómic de Alan Moore.


Divertida, entretenida (sobre todo en el aspecto del matrimonio Watson y las intervenciones de Fry), pero sigue faltándole un hervor que no soy capaz de determinar en qué punto necesitaría. Sigue sin convencerme.

1 comentario:

Unknown dijo...

Coincido contigo, esta película de Sherlock Holmes es divertida y entretenida, yo la vi en la página de HBO con mi familia y nos gustó mucho, está muy bien lograda y las actuaciones son espectaculares.