jueves, mayo 30, 2013

30 de Mayo de 2013

ABC


JESÚS GARCÍA CALEROCALEROJE / MADRID
Día 30/05/2013 - 01.20h

Un submarino alemán hundió en 1917 el «SS Namur» en el mar de Alborán, donde la Armada acaba de expulsar por segunda vez a un barco sospechoso

Es demasiada casualidad que los cazatesoros sigan visitando el mar de Alborán. ¿Qué han estado buscando ahí en sus continuos rastreos? La respuesta está en los ordenadores, cartas y otros equipos tecnológicos del «Seaway Endeavour», el buque de la empresa Seaway Offshore, que ayer por la mañana seguía registrando la Guardia Civil. Como se recordará, el pasado domingo el barco fue detectado e interceptado por la Armada en la zona contigua de las aguas españolas, a unas 23 millas al sur de Motril y se le ordenó dirigirse al puerto de Algeciras.

ABC ha consultado a expertos para conocer cuáles son los naufragios detectados en esa zona y los indicios apuntan a una posibilidad sobre todas las demás: el «SS Namur», un vapor de 6.700 toneladas que se hundió en octubre de 1917 en el mar de Alborán, torpedeado por un submarino alemán, el U-35. ¿Por qué es el mejor candidato? Porque es de acero (fácilmente detectable) y llevaba carga preciosa.

Un torpedo desde el U-35

Aquel submarino U-35 estaba comandado por un destacado marino,Lothar von Arnauld de la Perière, un capitán condecorado que batió todos los récords. Hundió 193 barcos, además de dos buques de guerra y, como ejemplo, en 1916 destruyó en una patrulla de cinco semanas un total de 54 barcos, utilizando solo 4 torpedos (el resto, con el cañón de 88 mm que portaba en cubierta). Con él tuvo la mala fortuna de cruzarse, el 29 de octubre de 1917, el «Namur». Y no sobrevivió.

Después de recibir un impacto se fue a pique cuando transportaba un cargamento de oro y, según se dice, de diamantes. El «Namur» procedía de Pinang, en Malasia, y se encaminaba a Londres, con escala en Marsella.

Hay varias casualidades que ratificarían esta hipótesis. El barcocazatesoros «Seaway Endeavour», interceptado el domingo,pertenece a una empresa fundada por el sueco Sverker Hallstrom, al igual que el «Seaway Invincible» que fue expulsado por la Armada el pasado diciembre por prospectar en la misma zona. Los barcos de esa empresa, Seaway Offshore, han recalado en Gibraltar repetidamente durante los últimos meses, con excursiones sospechosas a esa zona del mar de Alborán. Una vez sobre el posible pecio, sumergen sus equipos de detección y realizan zigzags a poco más de un nudo de velocidad, peinando el fondo en lo que se denomina «maniobra restringida». Al ser de acero, el «Namur» resulta fácilmente detectable con un magnetómetro.

Además, se da la circunstancia de que Hallstrom Holdings, otra empresa del mismo ingeniero sueco, fue la responsable del hallazgo en 1995 del «Douro», otro vapor hundido en 1882 en el Atlántico con un cargamento de oro y objetos de lujo que acabó en una subasta de Spinck and Son, una firma londinense que pertenecía a Christie’s.

Registro de la Guardia Civil

La Guardia Civil sigue la instrucción del juzgado de La Línea de la Concepción, que ha decretado el secreto del sumario. Según algunas fuentes, en el meticuloso registro al que someten al barco «Seaway Endeavour» para recabar información, podría haberse encontrado unsónar de barrido lateral y un magnetómetro. El registro se centra en los equipos informáticos y de navegación del buque.

Sin embargo, las aguas españolas están plagadas de naufragios. Y también cabrían otras posibilidades como posible objetivo de los cazatesoros. Nigel Pickford, autor de un compendio de pecios con tesoro que ayudó a Hallstrom a encontrar el «Douro», afirma que en esa zona está también un galeón que él denomina«Torre de Vélez», que se hundió con 80.000 ducados en 1562. El mismo año naufragó toda una flota de galeras, la de Don Juan de Mendoza, más cerca de la costa, junto a Motril. Esas aguas han sido objeto de mil y una batallas a lo largo de la historia naval española: entre ellas, la de 1704, en plena Guerra de Sucesión, apenas una semana después de la invasión de Gibraltar.

Eco de tantas historias resulta el hecho de que en esas mismas aguasOdyssey Marine Exploration estuvo prospectando (aseguraba probar sus equipos) durante más de 6 años antes de expoliar la fragata «Mercedes». Hoy parece impensable lo que ocurrió: se concedían permisos, se miraba a otro lado, porque se suponía que buscaban un barco británico con cobertura del Gobierno de Londres.

Lo que España no conoce

Quienes han podido ver los resultados de esa investigación relatan con asombro la cantidad de patrimonio cultural subacuático detectado por Odyssey entre las más de mil anomalías investigadas. Buques y aviones de la Segunda Guerra Mundial, los restos deldestructor «Almirante Ferrándiz» hundido en 1936, decenas de jabeques, pecios púnicos y africanos, naves berberiscas, incluso un jet clavado por el ala de babor en el lecho marino. Todo ese conocimiento hurtado por la incuria mantenida durante años no lo tiene España, no lo investiga aún España.

Quienes denunciaban aquella situación en los años de Odyssey, como Javier Noriega, de Nerea Arqueología (Málaga, premio europeo de empresa socialmente responsable en 2009), celebran la reacción actual de la Armada, la Guardia Civil y los juzgados, perorecuerdan con amargura cómo informaron entonces a las autoridades competentes sobre la presencia de los cazatesoros en nuestras costas. Y no olvidan que esa investigación sobre lo que hicieron aún está pendiente de resolución. «¿Se imaginan al «Endeavour» recibiendo ahora permisos durante seis años para registrar nuestro patrimonio?», se pregunta Noriega. Pues es lo que pasó con Odyssey. Quienes como él tienen conocimiento de la riqueza cultural de nuestras aguas celebran la gran victoria que supone esta nueva mentalidad.

Todo parece indicar un cambio proporcional en la respuesta. Cuando en diciembre de 2012 fue interceptado el «Seaway Invincible», la Armada se limitó a expulsar de nuestras aguas al barco sospechoso. Poco después, en enero, hubo otra denuncia de actividad de barcos asociados a la firma, como informó en su día José María Lancho, abogado especializado en patrimonio subacuático. Solo fueron objeto de seguimiento. La insistencia de los cazatesoros, al volver el pasado domingo con el «Seaway Endeavour», demostró su resolución para probar hasta el límite la respuesta española. Solo el caso Odyssey y el interés creciente de la sociedad civil por luchar contra los cazatesoros han permitido esta nueva política.

SUR


Agencia EFE

Johannesburgo, 29 may (EFE).- El patrullero español "Rayo" comenzó hoy una visita a Ciudad del Cabo, en el suroeste de Sudáfrica, en su camino de vuelta a España tras participar en la Operación Atalanta, que previene la piratería en el Océano Índico.
La parada de diez días en el principal puerto de Sudáfrica servirá para mostrar el buque a las autoridades del país africano, que se plantean la adquisición de varios patrulleros de altura para modernizar su marina.
Construido por la empresa pública española Navantia, el buque de acción marítima "Rayo" cumple, según la compañía, con las características de las naves que necesita Sudáfrica, que podría convocar en breve la licitación para la adquisición de los barcos.
"Es una excelente oportunidad de enseñar un barco del que estamos muy orgullosos, no en vídeos, ni siquiera en un astillero, sino después de cuatro meses en el mar y de cumplir con éxito una misión difícil", dijo a Efe el embajador de España en Pretoria, Juan Sell.
Una delegación de Navantia -que ya ha presentado a Sudáfrica información de las naves que puede ofrecer- estará presente en Ciudad del Cabo durante la estancia del "Rayo" en este puerto.
Mientras dure la visita -que es también una escala técnica del barco para reparar problemas técnicos menores y dar descanso a los marinos a bordo-, militares españoles y sudafricanos intercambiarán información sobre las respectivas misiones antipiratería en las que las dos marinas están implicadas.
España forma parte de la Operación Atalanta de la UE, que bajo bandera europea lucha contra los actos de piratería frente a las costas de Somalia, en el Océano Índico, mientras que Sudáfrica hace lo propio en el mismo océano, más al sur, en el canal de Mozambique, y en el marco de la Operación Copper.
En conversación telefónica con Efe, el comandante del "Rayo", Rafael Hernández Rodríguez, ha calificado de "muy positiva" la que es la primera misión internacional del barco.
El comandante alabó la "polivalencia" de la nave y su "capacidad para adaptarse a diversos cometidos", y se refirió al "Rayo" como "uno de los buques mejor dotados de la Armada".
En sus 85 días de misión, la nave ha escoltado a buques del Programa Mundial de Alimentos y ha prestado asistencia al mercante "Royal Grace" después de su liberación por los piratas, recordó Hernández.
Además, los 75 efectivos a bordo del "Rayo" han llevado a cabo la desarticulación del grupo pirata que el pasado mes de abril atacó al buque mercante "Alpha Kirawira".
Según datos del Estado Mayor de la Defensa, el barco ha realizado dos abordajes a embarcaciones sospechosas, diez aproximaciones a diferentes barcos de pesca, y su helicóptero embarcado ha acumulado 56 horas de vuelo.
El buque tiene previsto llegar a su base de Las Palmas de Gran Canaria a finales del mes de julio. EFE






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