lunes, febrero 06, 2012

6 de Febrero de 2012

FARO DE VIGO

"Volví a nacer sobre las piedras de Cabo Silleiro"

Relato de la única superviviente de un naufragio con 14 víctimas mortales, entre ellas toda su familia, ocurrido en 1948

Hace poco más de 63 años que la noruega Arnhild Karlssen "resucitaba" sobre las piedras de Cabo Silleiro (Baiona), en la entrada de la Ría de Vigo. "Volví a nacer", confiesa ahora al rememorar el brutal naufragio del "Thalassa". Fallecieron en total 14 personas, entre ellas sus padres y dos hermanos de 9 y 14 años. Fue una de las tragedias marítimas más recordadas de la época. Una niña nórdica de 10 años que días antes celebraba la Nochebuena a bordo del buque atracado en Vigo acabó convirtiéndose en la única superviviente de un hundimiento que la dejó huérfana.

FRANCISCO DÍAZ GUERRERO - VIGO Los Karlssen habían perdido todo durante la guerra, especialmente cruenta con la población de Kirkeness, enclave noruego próximo a la frontera rusa. Apenas una docena de casas quedarían en pie y el señor Karlssen y su familia decidieron trasladarse a las cercanías de Oslo con el fin de empezar una nueva vida en casa de una hermana. Pero las miras de esta humilde familia apuntaban mucho más lejos. El señor Karlssen sabía de la existencia de una industria pesquera fundada por colonos noruegos en las islas Galápagos, y decidió hacerse con un antiguo yate que los americanos habían utilizado como pequeño buque auxiliar al que, tras la guerra, habían abandonado en aguas de Stavanger, al sur del país.
Tras no pocos sacrificios, la embarcación, portando su nombre original, Thalassa, así como su puerto de matrícula en New London (estado de Connecticut) zarpaba el 17 de diciembre de 1948 desde Stavanger. A bordo de la embarcación de 28 metros de eslora y 5 de manga, viajaban 15 personas: el capitán y armador Karsten Willumsen; el primer oficial Arne Karlsen con su esposa, Svanhild; y sus hijos Erling, Arnhild y Skjalg de 9, 10 y 14 años. La dotación la completaban el contramaestre Daniel Liadal; los motoristas Ansgar Breivig y Johan Stene; los marineros Lars Karterud, Christian Stampa y Bernhard Jacobsen; el cocinero Hans I. Hansen; el electricista Torstein Kvarekval y la camarera Hedvig Soberg Olsen. Y arribaron a Vigo tras seis días de complicada travesía para reponer provisiones y repostar.
Arnhild recuerda con especial emoción la gran cantidad de fruta que su padre adquiría en un cercano mercado vigués. Fieles a la arraigada celebración de la Nochebuena en su país, a bordo no faltaron música tradicional, reparto de regalos e incluso se instaló un árbol de Navidad sobre la cubierta, al lado del cual se sirvió la cena. A Arnhild nunca se le olvidará la cara de sorpresa de los vigueses que se acercaron al muelle del Náutico y que fueron testigos de la insólita escena al aire libre de los nórdicos cantando y festejando la noche navideña.
Tras varios días de descanso, a las 9 de la mañana del 30 de Diciembre de 1948, el Thalassa soltaba amarras para proseguir a su destino, la isla de Santa Cruz (archipiélago de las Galápagos). El estado de la mar era preocupante. El viendo soplaba fuerte de proa y el barco se iba abriendo camino a duras penas. Las previsiones eran más bonancibles cuanto más al sur, por lo que decidieron seguir rumbo Suroeste. Pero el temporal se agravó y optaron por regresar.
Con el Thalassa navegando ceñido a la costa, un fatídico golpe de mar provocó el impacto contra las piedras de Punta do Lobo, al pie de Cabo Silleiro. Eran las dos de la madrugada y la violenta colisión partió el buque en dos. Arnhild recuerda que sus padres pudieron arriar un bote salvavidas, pero terminó naufragando. El primer motorista, Ansgard Brevig, cargó sobre sus hombros con la pequeña. Pero una gran ola los envolvió lanzando a su salvador contra unas rocas y a la niña a una playa sin arena. "Allí volví a nacer", confiesa. Horas más tarde y ajenos a la tragedia, dos soldados del cuartel militar de Cabo Silleiro se encontraron con la náufraga, aterida de frío y vestida únicamente con un chaleco salvavidas. En el cuartel recibió los primeros cuidados y después fue atendida en el domicilio de un practicante de Baiona, quien constató que la niña tan solo sufría leves rasguños.
En casa del cónsul vigués
Días después pasó al domicilio del cónsul del Noruega en Vigo, Durán Gómez, y posteriormente al de los industriales noruegos afincados en la ciudad, los Somme. El 7 de enero de 1949, Arnhild abandonó Vigo en un tren rumbo a Madrid acompañada por un hermano del cónsul. Una vez en la capital española, la pequeña quedó al cuidado de la delegación diplomática de Noruega en España hasta la repatriación a su país.
A su llegada a Oslo, Arnhild se fue a vivir con su tía. "Desde mi regreso de España mi vida no fue precisamente de muñecas", confiesa. A los 18 años finalizó sus estudios y comenzó a trabajar justo al día siguiente de aprobar sus exámenes finales. Probó en distintos departamentos de la petrolera Saga: administración, finanzas, recursos humanos y el departamento de compras. "Siempre hay algo nuevo e interesante", recuerda. "Cuando empecé a trabajar, éramos 40 empleados y cuando me retiré en 2000 a la edad de 62 años había más de 1.400". Durante ese tiempo conoció al que hoy es su esposo, Gunnar, siete años mayor que ella y que a sus 20 años se trasladó a Oslo para trabajar en la editorial Cappelen, lo que haría ininterrumpidamente hasta su retirada, a los 70 años, y tras 50 de dedicación.
Además de la lectura, otra de las pasiones de la pareja es viajar. "A España hemos ido entre 15 y 20 veces, la última el pasado año", añade. Y en Vigo estuvo tres veces. "La primera, en 1971, viajé con mi hija Kristin. En ese viaje conocí a Carmen, una encantadora mujer que se ocupaba del cuidado de la tumba que guarda los restos de varias víctimas del naufragio. En octubre de 1993 volví con mi hija y las hermanas Marit y Anne, a su vez hijas de otra de las víctimas. La última vez que estuvimos en Vigo fue en julio de 2008, durante un crucero que hicimos toda la familia en el crucero Independence of the Seas", rememora con orgullo.

ARMADA ESPAÑOLA

El buque de investigación oceanográfica ‘Hespérides’ comienza la segunda fase de su campaña

Han comenzado los levantamientos para editar nuevas cartas náuticas de zonas nunca cartografiadas y para reemplazar otras ya existentes

viernes, 03 de febrero de 2012


El buque de investigación oceanográfica (BIO) ‘Hespérides’ ha comenzado la segunda fase de la Campaña Antártica 2012 en la que, junto al Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), se van a efectuar levantamientos hidrográficos en el área de interés asignada al Estado en la Antártida, así como en aquellas zonas de interés que sirvan de apoyo a las bases antárticas españolas y a los BIOs de la Armada (‘Hespérides’ y ‘Las Palmas’), y contribuir al desarrollo de los trabajos de investigación que lleva a cabo la comunidad científica.

El nuevo proyecto cartográfico para la Antártida del IHM contempla la edición de nuevas cartas que cancelarán las existentes y que cubran zonas que actualmente no están incluidas en la Cartografía Náutica Nacional. Como parte de los levantamientos requeridos para cumplimentar dicho proyecto se establece como prioridad las zonas donde no existe cartografía. Dentro del proyecto se contempla tanto el área de interés asignada a España por la Organización Hidrográfica Internacional como aquellas zonas fuera de esa área que sirvan de apoyo a las bases antárticas españolas.

Este proyecto se inició en 2008, cuando el Comité Antártico Polar Español trasladó a la Armada la necesidad de contar con cartografía náutica en Península Byers, extremo occidental de Isla Livingston, que facilitase las labores logísticas. Ese mismo año, el comandante del BIO “Las Palmas” también elevó una moción en la que proponía efectuar un levantamiento hidrográfico que garantizara la seguridad de su barco y sus embarcaciones en las aproximaciones al campamento científico instalado en Península Byers. La mayoría de los levantamientos hidrográficos de oportunidad en dicha zona se realizaron en febrero de 2009 y en enero/febrero de 2010 a bordo del BIO ‘Las Palmas’.

Concluidos los levantamientos cartográficos de la Península Byers, el Instituto Hidrográfico de la Marina propuso al entonces Ministerio de Ciencia e Innovación que incluyera en su Plan Nacional de Investigación la reserva de un período en el BIO ‘Hespérides’ para proyectos cartográficos más ambiciosos, que finalmente se autorizaron para la presente misión.
El objetivo de esta campaña es finalizar los trabajos iniciados en 2009 y 2010, así como realizar la mayor cantidad posible de levantamientos en el resto del área y las zonas de interés españolas, de acuerdo con el Proyecto Cartográfico del IHM para la Antártida.

Para realizar este estudio, embarca en el ‘Hespérides’ una comisión hidrográfica compuesta ocho marinos al mando del capitán de fragata José Daniel González-Aller Lacalle.

Los levantamientos hidrográficos previstos son los siguientes:

• Parcelario P-7002 “Campamento Byers.

• Parcelario P-7001 “Base Juan Carlos I”.

• Parcelario P-7003-A “Base Gabriel de Castilla”.

• Parcelario P-7003-B “Fuelles de Neptuno”.

• Parcelario P-700-A (INT 9121 (ES)), “De Punta Barnard a Campamento Byers. Isla Livingston, costa sur.

• Parcelario P-700-B, “Isla Decepción. Islas Shetland del Sur, Estrecho de Bransfield”.

• Parcelario P-700, “Costa Sur de la Isla Livingston a Isla Decepción. Islas Shetland del Sur, Estrecho de Bransfield”.

• Efectuar con sondas menores los corredores de las Main Shipping Routes (MSR) definidas por la OHI que se encuentran dentro del parcelario P-700-A.

• Efectuar el resto de las sondas menores del parcelario P-700-A.


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