viernes, julio 16, 2010

No nos dejes solos al timón


Foto de Lidia Mariño.

Dios te salve, María Virgen Contemplativa: derrama sobre nosotros una lluvia abundante de gracias; guíanos en las tempestades de esta vida. Oh, Estrella del mar, enséñanos a orar y a contemplar, Madre y Hermosura del Carmelo, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén.

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