viernes, septiembre 25, 2009

25 de Septiembre de 2009

LA VOZ DE GALICIA

Cazadores de tesoros expolian en Camariñas un pecio del siglo XIX

Los buzos causaron destrozos en los restos del buque inglés «Serpent», ya muy deteriorado tras casi 120 años en el fondo marino de Punta do Boi

Autor:
Eduardo Eiroa
Fecha de publicación:
25/9/2009

Serpent

El hundimiento del Serpent el 10 de noviembre de 1890 se convirtió en uno de los naufragios más famosos de los producidos en la costa gallega. En aquel accidente perdieron la vida 176 jóvenes militares británicos. Todavía en la actualidad, cada año un barco de la Marina inglesa pasa frente a la costa de Camariñas para hacer una ofrenda a los fallecidos, que descansan en el conocido como Cemiterio dos Ingleses, en Punta do Boi.

Casi 120 años después, el pecio del Serpent sigue sin descansar en paz. En las últimas semanas, vecinos de Camariñas detectaron movimientos de embarcaciones y buzos en la zona del naufragio. Un grupo de submarinistas descendieron hasta el lugar en el que se encuentra el barco para llevarse del lecho marino objetos que aún quedaban en la nave.

El pecio es muy conocido y sus restos están estudiados desde hace años. No hay tesoros que llevarse de allí. Sin embargo, los restos sí tienen un alto valor histórico tanto para la historia de la náutica como por el impacto del naufragio en Inglaterra y en España a finales del siglo XIX.

No se sabe qué se llevaron los cazadores de tesoros, pero sí que causaron destrozos en lo que queda de la nave para facilitar el acceso a las piezas que pudieran quedar en la amalgama que actualmente forman los metales que componían el buque con las rocas del entorno. Es más, no se descarta que se hayan empleado explosivos para facilitar las operaciones.

El Serpent se encuentra hundido en una zona rocosa muy batida por las olas, por lo que su estado de conservación ya era malo. En su día ya fueron sacados del mar trozos del buque para su desguace. Lo que quedó se encuentra muy erosionado por el agua. Aún así, es posible ver piezas de artillería, munición y otros elementos metálicos del barco, según cuentan submarinistas de la localidad que han estado en la zona.

Ahora, partes que estaban cubiertas por rocas y arena -lo que permitía su conservación- han quedado expuestas a la erosión del oleaje, por lo que corren el riesgo de deteriorarse todavía más de lo que están.

No se conoce el alcance de los daños causados, pero sí que contribuirá a empeorar el estado del pecio. Los restos se encuentran cerca de la costa, por lo que el acceso, con buen tiempo, no resulta complicado. En el fondo de Punta do Boi no hay objetos de valor económico, pero sí una parte de la historia que podría perderse.

El Servicio de Vixilancia e Inspección de Patrimonio de la Xunta ya está investigando los hechos.

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