miércoles, abril 15, 2009

15 de Abril de 2009

FARO DE VIGO

Los piratas somalíes retienen 21 barcos y más de 300 tripulantes, cifra récord en los tres últimos años

Los últimos capturados son dos cargueros, uno griego y otro libanés

PALOMA ALMOGUERA - NAIROBI
Los piratas somalíes retienen, tras la captura en los últimos dos días de dos cargueros y dos pesqueros, veintiún barcos de varias nacionalidades con más de 300 tripulantes, cifra récord en los tres últimos años, pese a la creciente presión internacional sobre ellos. En las últimas horas otros cuatro barcos habían sido abordados y capturados por piratas somalíes en el golfo de Adén, dos pesqueros egipcios, con un total de 25 tripulantes, y un carguero griego, con 22 personas a bordo, y otro libanés, aunque con bandera de Togo.
El Ministerio de Exteriores egipcio confirmó ayer que las dos naves de su país habían sido asaltadas por piratas frente a las costas del norte de Somalia, aunque no precisó la fecha en la que se produjeron los abordajes, e indicó que habían iniciado las gestiones para obtener su liberación. Por su parte, Andrew Mwangura, director del Programa de Asistencia Marítima (PAM), con sede en el puerto keniano de Mombasa, confirmó ayer que el carguero griego fue abordado en el golfo de Adén, sin poder precisar la ruta que seguía la embarcación.
El 31 de marzo pasado, según la Agencia Marítima Internacional, los piratas tenían bajo su control nueve barcos y 153 tripulantes, mientras que hoy, dos semanas más tarde, los barcos en su poder son veinte y los tripulantes alrededor de 340, de ellos un centenar filipinos. En 2008, algo más de ochenta barcos fueron víctimas de los piratas somalís en la zona del Cuerno de África, mientras en 2007 lo fueron 31 y, en este periodo, llegaron a tener 17 embarcaciones secuestradas al mismo tiempo.
Este ritmo vertiginoso se ha incrementado a pesar de la creciente presencia de fuerzas navales internacionales en la zona y de las recientes acciones militares de las armadas de EE UU y Francia, que en las que han muerto cinco piratas. Tres de las muertes se produjeron en la operación realizada el pasado domingo por la Armada de EE UU para rescatar al capitán estadounidense Richard Phillips.

FARO DE VIGO

El barco autorizado para extraer el cobre sumergido frente a Cíes regresa a puerto por el mal tiempo


Prevé zarpar de nuevo hacia la zona el próximo jueves

A.O.
La climatología no está poniendo las cosas fáciles al Deepworker, el barco fletado por la empresa Deep Six para extraer cobre del mercante francés François Vieljeux, hundido desde 1979 a 30 millas al suroeste de Cíes y a 1.200 metros de profundidad. A causa del mal tiempo en la zona, el buque se ha visto obligado, pocos días después de iniciar los trabajos, a regresar al puerto, donde está atracado en el muelle Transversal.
Consignado por Pérez y Cia, la tripulación esperará en puerto a que mejoren las condiciones meteorológicas para reanudar las operaciones. Su objetivo es extraer las 3.000 toneladas de cobre que todavía conserva el casco del buque francés. Según los planes comunicados a la consignataria, tiene prevista zarpar de nuevo hacia la zona del hundimiento el próximo jueves.
Deep Six logró la autorización para rescatar ese valioso cargamento después de cinco meses de espera. En todo ese tiempo, su solicitud fue analizada por la Dirección General de Marina Mercante y otros tres ministerios. Con ese exhaustivo estudio de la documentación aportada por la compañía, la Administración quería asegurarse de que no volviera a repetirse un nuevo episodio de “expolio arqueológico” por parte de una compañía cazatesoros, como ocurrió con el Odyssey.
Sin embargo, la autorización al Deepworker está sujeta a numerosas y severas condiciones que, de incumplirlas, conllevarían sanciones “ejemplarizantes”. Fuentes de Marina Mercante insistieron ayer en que Capitanía Marítima de Vigo “tendrá controlado en todo momento el buque”, por lo que confían en que respetará todas las condiciones impuestas. Entre ellas, el envío cada ocho horas de informes sobre su posición y la actividad realizada en la jornada.
Según una exploración previa al pecio realizada por el Deepworker, el cobre aparenta una “gran pureza”, lo que aumenta su valor en los mercados internacionales, aunque algunos expertos ya lo cifran en más de 20 millones de euros.
La mercancía que transportaba el François Vieljeux cuando se hundió procedía del puerto de Dar-es-Salam, en la costa oriental africana. Constaba de productos tropicales perecederos, pero la partida más valiosa estaba compuesta por 6.600 toneladas de cobre en barras y 700 de zinc. Ahora el Deepworker va a por el resto de la carga que guarda en sus bodegas.

FARO DE VIGO

Un posible futuro para la ballenera

La joven Laura Alberti recibe un premio por el proyecto de un museo en Cangas

Tiene 28 años y toda una vida por delante. Sin embargo, ya ha conseguido su primer premio por un proyecto en el que propone la creación de un museo sobre la ballena en Cangas, en el entorno de Massó. El objetivo de la joven, Laura Alberti, fue unir la historia de la ballenera con la situación en la que se encuentra ahora el animal, uno de los más protegidos a nivel mundial. Para realizar su trabajo buscó información e investigó en las características de la zona, dando como resultado la creación de una estructura en madera de eucalipto que recuerda al esqueleto de un cetáceo.

I.T. - CANGAS
“Enlazar el pasado con el presente”. Ésta es la idea que Laura Alberti plasmó en su proyecto de fin de carrera, basado en la creación de un museo centrado en la ballena. Estaría ubicado en lo que hoy es el campo de fútbol de Massó, en Cangas, y el objetivo de la joven, de 28 años y estudiante de Ingeniería de Montes, es que el edificio fuese un lugar donde poder conocer las diferentes especies de este enorme mamífero marino y la importancia de su conservación. Pero también que sirviese para recordar y reconstruir todo el pasado de la ballenera y el papel que jugó en la historia del municipio.
Innovador y con diseño novedoso, su proyecto no ha pasado desapercibido para el Colegio de Ingenieros de Montes de Galicia, que le ha otorgado el primer premio del certamen que organizan anualmente. Su propuesta se centra en la estructura del edificio, cuya forma recuerda al esqueleto del cetáceo o incluso al de una embarcación costera. Y es que, utilizando los conocimientos adquiridos en sus años como estudiante de ingeniería, Alberti ha conseguido diseñar una estructura de 45 metros de largo y 20 en la zona más ancha, que podría constituirse como el primer museo de Cangas dedicado al mar y a sus trabajos.
La joven se centró exclusivamente en el diseño de la estructura ya que es el campo que domina, pero completa el trabajo con un estudio de cómo podría organizarse todo el entorno del museo.
Madera de eucalipto
En cuanto a los materiales, propone la utilización de madera laminada de eucalipto, por ser “la más resistente y fácil de moldear”. Explica que es la más cara, pero asegura que a largo plazo es “mejor”. Según el proyecto de Alberti, el edificio sería de color madera, con un acabado “muy cálido”, y una cubierta de vidrio que diese luz al interior. Todo esto, según calculó la joven en el presupuesto que incluye su trabajo, supondría una inversión de 400.000 euros, sólo por la construcción de la estructura exterior.
Es sólo un proyecto de fin de carrera, pero Laura Alberti reconoce que le encantaría que se hiciese realidad y que Cangas pudiese inaugurar su primer museo. Lo ve “difícil” porque la actual redacción del Plan Xeral de Ordenación Municipal “ni si quiera deja la posibilidad”. Además, explica que los terrenos de la fábrica no son del ayuntamiento y para llevar a cabo su trabajo habría que derribar el actual campo de fútbol. La joven no pierde la esperanza y sueña con un bonito edificio y la rehabilitación de todo el entorno, por el que, tal y como afirma, “se podrían realizar visitas guiadas explicando el trabajo que se llevó a cabo durante más de 40 años en la ballenera”.

Un uso recogido en el antiguo plan urbanístico

A Laura Alberti le une mucho más que una simple propuesta a este museo. Su bisabuelo fue, durante muchos años, el responsable de la ballenera, y la joven recuerda las anécdotas que solía contarle su bisabuela cuando ella era tan solo una niña. Hay cientos de historias y aventuras que muestran cómo era el trabajo en la fábrica. “Los noruegos eran los dueños de los barcos y mi bisabuelo a menudo se los llevaba a casa de visita”, cuenta la joven. No olvida tampoco la presencia de un japonés: “parecer ser que era experto en el despiece del animal”, explica. Gracias estos recuerdos de su familia y documentos sobre el trabajo realizado en la fábrica, Alberti reconstruyó el pasado de lo que un día fue un importante centro ballenero. Pero es que además, explica que otra de las cuestiones en las que se apoyó para llevar a cabo el proyecto fue el antiguo plan urbanístico de Cangas, en el que se contemplaba, precisamente, la creación de un museo que abarcase la vida industrial de toda la zona de Massó. “En Bueu ya hay uno y Cangas podría seguir el ejemplo”, afirma.
Es consciente de que aunque se llegase a realizar una sala dedicada a la pesca y la industria conservera, puede que su propuesta no fuese aceptada. Sin embargo, reconoce que aún así estaría “orgullosa” por la larga historia que hay tras las ruinas de Massó, que dieron trabajo a cientos de personas de toda la comarca. Por ahora lo suyo sólo es un proyecto de fin de carrera. Pero nunca se sabe, a lo mejor, con el tiempo, se acaba haciendo realidad.





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