jueves, enero 08, 2009

Estocolmo


No es fácil navegar entre la infinidad de islas que conforman el archipiélago de Estocolmo (la ciudad ya son 14 islas), y menos cuando el mar está helando.

Estocolmo es, como bien sabéis, la capital de Suecia siendo la sede del Gobierno y del Parlamento, a la vez que la residencia del rey Carlos XVI Gustavo. Se asienta en la isal de Stadsholmen, entre el lago Mälaren y el Báltico y posee 57 puentes, por algo se la denomina la Venecia del Norte, aunque, si no me equivoco, le gana Hamburgo.

Posee una comunicación excelente con ciudades bálticas como Helsinki, Copenhague y otras de Alemania y Polonia.

Se la menciona por primera vez hacia 1252, cuando solo estaba formada por la isla de Gamla Stan y fundada por Birger Jarl como baluarte defensivo.

Gracias a las buenas relaciones con Lübeck (si recordáis estuvimos en su bahía) forma parte d ela Liga Hanseática y hacia 1289 ya es la ciudad mas grande Suecia con unos 6.000 habitantes hacia el s. XV, siendo en 1419 cuando se la proclama capital.

Fue testigo de grandes batallas como la de Brunkeger (1471) contra el rey danés Cristian I y el "Baño de samdre de Estocolmo" ordenado por Cristian II de Dinamarca (1520).

En 1521, comienza la era Vasa y la expansión de Estocolomo, hasta su caída tras la Gran Guerra del Norte, pero manteniendo la capitalidad.

En 1628 zozobra el navío Vasa zozobra y su museo ya lo vimos en un vídeo que os puse hace un tiempo.

En el s. XIX su declive es notable ante la influencia de Norrköping y la emergencia de Gotemburgo hasta mediados de siglo con la industrialización de la capital y la afluencia de inmigrantes.

Ya en el pasado siglo se rehabilita y se reconstruye, dotándose de modernidades como el metro.


6 comentarios:

Mali dijo...

Ah, pues en casa hay unas postales muy chulas que me trajeron de allí. El problem, es que no se por donde andan, pero decir que eran preciosas.Estocolomo al atardecer. Precioso, precioso.

Javier dijo...

Siempre nos pasa lo mismo, Mali...

Náufrago dijo...

Soy uno de los afortunados visitantes de esa ciudad y la verdad es que te cautiva desde el primer momento. Es un auténtico placer recorrerla tranquilamente, sobre todo la parte vieja.

Como curiosidad señalar que, desde uno de sus puentes, se puede comprobar como el Báltico y el lago están a distinta altura.

Seguiremos tu singladura

Javier dijo...

Qué curiosidad mas interesante, Navegante. Ya nos gustaría leer mas anécdotas.

Náufrago dijo...

Javier, un apunte más, existe una esclusa que controla el paso de agua entre el lago Mälaren y el mar Báltico (pues éste varía en altura, por el efecto de las mareas) y además permite el paso de las embarcaciones.

Una última curiosidad, la capital sueca cuenta con la que dicen es la estatua más pequeña del mundo (imagen de un pequeño niño), a la que es típico echar alguna moneda y, desde luego, a nadie se le ocurre robarlas.

Javier dijo...

Gracias, navegante, tus aportaciones hacen aún mas interesante a esta ciudad :)