martes, diciembre 02, 2008

Boletín de Diciembre de 2008 de la Fundación "Letras del Mar"

El último newsletter de la Fundación nos ofrece algún que otro apunte bien interesante como la de los españoles en Indochina o sobre Isaac Peral Caballero.


FUNDACIÓN LETRAS DEL MAR

A buen viento,

mucha vela pero poca tela.


SOLTANDO AMARRAS

GUERRA Y PAZ

Noviembre deja tras de sí una estela de noticias en la que se entremezcla la guerra con la paz. Los piratas somalíes nos traen el recuerdo guerrero de sus antecesores salidos de la pluma de Emilio Salgari; aunque ahora sus presas son más grandes a la vez que más fáciles ya que, a pesar de ser un gigante, un buque cargado se hunde bastante en el agua y el puente más cercano puede estar a tan sólo tres o cuatro metros de la superficie. Normalmente, los piratas aprovechan la noche, y el cono de sombra del radar, que no cubre bien el ángulo situado a popa. Alcanzada la víctima, será suficiente lanzar cabos con arpones y escaleras. Una vez a bordo, el barco está perdido: las tripulaciones no viajan armadas y, naturalmente, no tienen muchas ganas de enfrentamiento. La solución al problema está en que los gobernantes sean conscientes en emplear las armas de las “armadas”, que para eso están, como nos lo ha demostrado la India.


El Salón Náutico nos ha dejado pacíficas huellas, mostrando su fortaleza en una edición marcada por la coyuntura económica. El respaldo del sector a la gran cita de la náutica en España se ha puesto de manifiesto con la participación de 600 expositores, entre ellos los grandes astilleros, la exhibición de 2.000 barcos y la mayor Muestra Flotante del Port Vell realizada hasta ahora. Por otra parte, ha consolidado su nivel de internacionalidad, con la participación de un 22% de expositores extranjeros procedentes de 18 países, y está situado entre los tres primeros de Europa de su especialidad. En el aire queda preguntarse si más vale barcos sin amarres o amarres con barcos.


Manuel Maestro. Director

IN MEMORIAN, CESÁREO FERNÁNDEZ DURO

En el presente año conmemoramos el centenario del fallecimiento de Cesáreo Fernández Duro, un personaje de nuestra historia que supo aunar las armas con las letras, ya que a la edad de 15 años, en 1845, ingresó como aspirante en la Escuela Naval de San Fernando. En 1847 se embarca como guardiamarina en la Isabel II, y durante tres años navega por las Antillas. Embarca en 1851 en la Villa de Bilbao y se dirige a Filipinas, donde toma parte en la "jornada de Joló". Por su valeroso comportamiento, recibe la cruz de la Orden de San Fernando. Vuelve a España, y siendo guardiamarina de primera, es destinado a la Comisión Hidrográfica de Canarias y, pese a su edad y empleo, es recibido como miembro de honor en la Academia de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife. En 1853, viaja como Alférez de Navío en la corbeta Ferrolana y navega por el Mediterráneo, visitando Francia e Italia. En 1860 toma parte en la campaña de África al mando del vapor Ferrolano, ganando la Cruz de la Diadema Real de Marina y el empleo de Comandante de Infantería. Vuelve a las Antillas, participando en la expedición a México de Prim. Después de estar destinado en el apostadero de La Habana, vuelve a Madrid, al Ministerio de Marina. En 1869 y 1870 pasa destinado como Secretario del Gobierno Superior de Cuba. Vuelve a Madrid donde participa en Congresos, organiza expediciones, como la que investigó la situación de la antigua posesión de Santa Cruz de Mar Pequeña (Ifni), efectúa estudios sobre Colón, sus pleitos, la Santa María, los Galeones, así como obras del calibre de la Historia de la Armada Española, de la de Castilla, la de la Ciudad de Zamora, etc. Participó en el estudio arqueológico sobre la carabela Santa María.


Fue ayudante de campo de Alfonso XII. Por su prestigio, conocimientos y experiencia, fue designado árbitro en la determinación de los límites entre Colombia y Venezuela. En 1881 entra en la Real Academia de la Historia, y en 1898 es nombrado Secretario Perpetuo de la misma. Poco antes de fallecer, estando ya enfermo de gravedad, recibe el Premio al Mérito de la Real Academia de la Historia. Se le deben más de 400 publicaciones entre libros, monografías, informes y memorias, en particular sobre tres ejes temáticos: la historia de la Marina española, la conquista de América y la historia de Zamora. Sobre este último tema compuso una Colección bibliográfico-biográfica de noticias referentes a la provincia de Zamora o materiales para su historia (Madrid: Manuel Tello, 1891), que fue premiada en 1876. La obra se divide en tres secciones: una bibliografía regional de las obras que tratan de Zamora; una tipobibliografía sobre la imprenta en Zamora y una biobibliografía de los personajes zamoranos célebres. En cuanto a sus trabajos sobre la Historia de la Marina española, sobresalen su Historia de la Armada española desde la unión de Castilla y de Aragón (1895-1903) en nueve volúmenes y las Disquisiciones Náuticas (1876-1881) en seis, trabajos aún no superados hoy en día.


EL MAR ES NOTICIA

EL TITANIC ATRACA EN MADRID

Ha pasado casi un siglo desde que el navío más imponente que jamás se hubiera construido encendiera por primera vez sus calderas entre los vítores y la agitación de los pañuelos de miles de espectadores. Lo que ninguno de los allí presentes podía suponer es que el 'insumergible' barco terminaría yaciendo en las gélidas aguas del Atlántico arrastrando con él los sueños y las esperanzas de más de 1.500 pasajeros. Ahora, por primera vez en Madrid y tras recorrer varias capitales del mundo, 230 fragmentos de aquellas historias emergen del profundo océano en la exposición 'Titanic. The Artifact Exhibition. Objetos reales. Historias reales' para que el visitante 'bucee' entre los recuerdos del lujoso navío. Una vez a bordo, los visitantes de la muestra se trasladarán a 1912 —año en el que se finalizó la construcción del Titanic y en el que emprendió su único viaje— a través de más de 200 objetos extraídos en las sucesivas expediciones que la empresa titular de los derechos del buque, RMS Titanic Inc, ha realizado desde la década de los 80. Vajillas, picaportes, naipes, billetes, perfumes o una botella de Moët and Chandon Seco Imperial de 1898 sin descorchar son algunos de los objetos que se conservan en las vitrinas de la muestra, acondicionadas para la conservación de cada tipo de material. Los artefactos recuperados de los restos submarinos del Titanic forman parte de una colección de más de 5.500 objetos repartidos por el mundo en exposiciones simultáneas. Así, la muestra ofrece la posibilidad de contemplar —e incluso tocar— una parte del casco del navío u observar los complementos en oro y plata que los pasajeros más adinerados guardaban en sus camarotes. “Titanic. The Artifact Exhibition. Objetos reales. Historias reales” está abierta al público a partir del jueves, 20 de noviembre, en la C/ Goya 5-7 de Madrid.


EXPEDICIONES CHINAS REVIVEN EN LAS ATARAZANAS

La China que vuelve a abrirse al mundo reivindica hoy los elementos de su pasado que pueden aparecer como precedentes de su actual estatus como potencia mundial y alimentar el orgullo nacional. Uno de ellos es el almirante Zheng He, un eunuco musulmán que, enviado por el emperador Yongle, capitaneó una gigantesca flota de 255 barcos y 28.000 tripulantes que surcó el Océano Índico y los Estrechos para convertirlo en un lago chino. El Museo Marítimo de Barcelona dedica una ambiciosa y espectacular exposición a la historia de los siete grandes viajes de Zheng He: el medio multicultural en que se desarrollaron, el comercio de especies, sedas y cerámicas que alimentó y, por supuesto, los mastodónticos barcos que transportaron estas expediciones, reproducidos con modelos y audiovisuales.
Si la política marítima de los Ming hubiese seguido y los conservadores funcionarios imperiales no se hubiesen impuesto a los poderosos eunucos de palacio, la historia mundial hubiese sido muy diferente. Pero, como explica la exposición, tras establecer las bases del comercio chino en el Sureste de Asia con estos viajes (entre 1405 y 1433), al año siguiente el imperio suprimió su flota y el vacío que dejó fue ocupado por portugueses, holandeses y británicos. En el momento histórico que recoge la exposición, China gobernaba las olas. Mientras los europeos empezaban a asomarse al Atlántico en cascarones de nuez, Zheng He recorría el Índico con los que quizá fueron los mayores barcos de vela de la historia, con mil tripulantes e innovaciones tecnológicas como compartimentos estancos, brújula, timón central, nueve mástiles y unas dimensiones descomunales. La exposición muestra piezas artísticas del British Museum, el Victoria & Albert y el museo marítimo de Quanzhou.


CÁDIZ REÚNE ESPECIALISTAS EN TECNOLOGÍA NAVAL

Por un mundo más seguro. Bajo esta premisa se inauguró en el Palacio de Congresos de Cádiz el Congreso Internacional MAST (Maritim Systems and Technology). Un evento que se celebra anualmente y que versa sobre la defensa y seguridad marítima. En los stands distribuidos en las tres plantas del pabellón las marcas líderes mundiales de este sector expusieron los sistemas más novedosos para «proteger las costas y combatir el terrorismo, el tráfico de drogas y la inmigración». El evento reunió la representación de más de 35 países, una participación de 400 delegados inscritos y una exposición comercial de unas cuarenta empresas del sector. Sin duda toda una completa perspectiva sobre defensa y tácticas de seguridad marítima. El expositor de Raytheon fue uno de los más visitados debido a la curiosidad que despertaron los grandes misiles y torpedos que fabrica esta empresa norteamericana. Navantia aprovechó el congreso para presentar el portaviones LHD, el barco más grande que tendrá nuestra Armada con 240 metros. Navantia también fabrica actualmente en el astillero de Cartagena cuatro submarinos S-80, cuya entrega está prevista para el año 2013. Se trata de la máquina de guerra no nuclear más avanzada, pues cuenta con el sistema AIP, basado en una pila de combustible. Este evento, que tiene carácter anual se celebrará el próximo año en Estocolmo, Suecia.


ÚLTIMO VIAJE DEL QUEEN ELIZABETH 2

El transatlántico Queen Elizabeth 2, que sirvió incluso para el transporte de tropas británicas durante la guerra de las Malvinas con Argentina, ha partido en su último viaje con dirección a Dubai, donde se convertirá en un hotel flotante. Atrás quedan cuarenta años en los que este coloso (bautizado así no por la reina Isabel II, sino por ser el segundo barco de la naviera que llevaba el nombre de la reina Isabel I) ha servido incluso de inspiración para alguna que otra película, como El enigma se llama Juggernaut, de Richard Lester. Su periplo final no ha estado exento de sucesos imprevistos: El QE2 tuvo una llegada accidentada al puerto de Southampton al encallar en un banco de arena, del que pudo finalmente liberarse gracias a la subida de la marea y con ayuda de cinco remolcadores. Las plazas para su último viaje a Dubai se han vendido en su totalidad. Los camarotes más caros costaban más de 35.000 euros. El transatlántico, que fue botado por la reina Isabel II en la localidad escocesa de Clydebank, cerca de Glasgow, en 1967, ha cruzado el Atlántico más de 800 veces, ha dado la vuelta al mundo en 25 ocasiones y ha transportado a más de 2.5 millones de pasajeros. Durante todo este tiempo fue sometido a diversas reformas, aunque la construcción de naves mayores como el Queen Mary 2 acabaron por jubilarlo. Aun así era el barco más antiguo de la compañía naviera Cunard. Una vez en Dubai, el QE2 será sometido a una reforma completa antes de quedar permanentemente en un dique especialmente construido para él en Palm Jumeirah, la mayor isla artificial del mundo.


LOCALIZAN PROYECTILES EN ONS

La Armada ha comunicado que un equipo de integrantes de la Unidad de Buceo de Ferrol efectuó entre los días 10 y 15 de noviembre cuatro inmersiones en un pecio aparecido en las proximidades de la isla de Ons, localizada en la provincia de Pontevedra. Una vez comprobado que su manipulación no entrañaba riesgos se procedió a su traslado a las dependencias de la propia unidad de buceo. Desde la Armada se ha indicado que estos restos no permiten, por el momento, confirmar la identidad del mencionado pecio. Un total de media docena de buceadores participaron en la operación, trabajando desde una embarcación de apoyo RHIB. La existencia de un intenso mar de fondo dificultó las tareas de inspección que, sin embargo, se concluyeron con éxito.


OFICIALES DE RADIO

Mientras en España sólo una parte del amplio colectivo de oficiales radioelectrónicos de la Marina Mercante mantiene las reivindicaciones del sector tras su obligada exención de funciones como tales oficiales a bordo de determinados buques, sus compañeros de países como Perú, Chile o México toman el relevo para hacer patente, ante las instancias nacionales e internacionales, la necesidad de la presencia de estos marinos en la estructura orgánica y como responsables en primera persona de las comunicaciones radioléctricas en un buque. Para los radioelectrónicos de la Marina Mercante española el empeño de unos pocos no es sino una pelea estéril que ni siquiera encuentra en el gran colectivo de marinos mercantes el apoyo necesario. De contar con ese apoyo y, específicamente el del Colegio Profesional que los agrupa, dan como seguro que España no perdería, como ha perdido, la posibillidad de mantener en los buques una figura que se considera imprescindible a día de hoy, aún después de haberse eliminado el morse como medio de comunicación. Las nuevas vías comunicacionales, el aporte de tecnologías electrónicas para los que ellos están especialmente preparados, reclama la presencia de un técnico de sus características en la cadena de mando de un buque, algo que los hispanoamericanos tienen muy claro.


CALLE DE CARTAGENA PARA UN NAVEGANTE

Cartagena homenajea a Juan Fernández con una calle larga. Al cartagenero se le juzgó como un enigmático piloto, navegante y descubridor en los Mares del Sur. J. B. Villar apunta que numerosos son los individuos que con el nombre de Juan Fernández -o Hernández- pasaron a Indias en el siglo XVI. Consta de varios de ellos que eran pilotos, entre los cuales y más notorios, cierto Juan Fernández, navegante que hizo la conquista de Nicaragua, la de Nueva Granada con Benalcázar, y compañero de Pizarro y Almagro en la del Perú, de quien el Inca Garcilaso subraya que «no se sabe de donde era natural». Una generación posterior, según J. B. Villar, y a su vez de nacimiento no bien establecido, es el también piloto en los mares peruanos y chilenos Juan Fernández y Sotomayor a quien cierto tratado de navegación de Chile, manuscrito de finales del XVI o comienzos de la centuria siguientes, da como nacido en Cartagena de Levante en la primavera de 1536, dato que B. Vicuña Mackenna, principal biógrafo del navegante, rechaza porque lo confunde con el anterior piloto. Por propia declaración consta que Fernández y Sotomayor nació hacia 1530, sin que se precise el lugar. Pasó a Indias por los años 1550, instalándose en Chile, donde trabajó como piloto en las naves que hacían las singladuras de Valparaíso y Concepción con el Perú. Fernández se interesaba vivamente por los descubrimientos que por entonces se realizaban en el Pacífico. Sabemos que el navegante estableció una colonia en el archipiélago que lleva su nombre con 60 indios chilenos, establecimiento que fracasó, trabajó luego como piloto de la Corona y desde 1582 pasó sus últimos años con su esposa Francisca de Soria y su hijo Diego Fernández en su hacienda de Quillota (Chile), hasta su muerte en 1599.


"LA FE I EL MAR" EN MUSEO DIOCESANO

Es la primera muestra de carácter temporal del Museo Diocesano de Mallorca. Está constituida por dos temáticas, una en la que aparece la parte más popular, y otra en la que se pueden ver los exvotos de los marineros. Mallorca, por ser ciudad de pescadores, vivió tragedias que el mar se tragó y también las alegrías de aquéllos que llegaron a buen puerto y que supieron mostrar su agradecimiento a Sant Pere, Sant Elm o la Verge del Carme, los que consideraron responsables de su buena suerte. Ésta es la esencia de la tradición marinera expresada a través de objetos, pinturas y textos que hasta el 11 de enero, constituyen la primera exposición temporal del Museo Diocesano “La fe i la mar”. La muestra está estructurada en tres espacios, donde los visitantes podrán conocer la riqueza del patrimonio religioso a través del mundo marítimo.


EFEMÉRIDES MARINERAS DICIEMBRE

05-12-1492

COLÓN, EN SU PRIMER VIAJE, DESCUBRE LA ISLA QUE LOS INDÍGENAS LLAMABAN QUISQUEYA Y ÉL DENOMINÓ LA ESPAÑOLA.


25-12-1524

NACE EN ESTE DÍA VASCO DA GAMA, EXPLORADOR Y NAVEGANTE PORTUGUÉS, EL PRIMER EUROPEO EN LLEGAR A LA INDIA POR LA RUTA QUE RODEA ÁFRICA


19-12-1851

MUERE EN LONDRES EL PINTOR MARINISTA WILLIAN TURNER.


21-12-1870

SE ESTRENA EN EL MADRILEÑO TEATRO DE LA ZARZUELA "EL MOLINERO DE SUBIZA" OBRA DEL COMPOSITOR CRISTOBAL DE OUDRID. LA SALVE INTERPRETADA EN LA MISMA, CAMBIADA LA LETRA, PASÓ A SER LA ACTUAL SALVE MARINERA.


07-12-1941

TIENE LUGAR EL ATAQUE JAPONÉS A PEARL HARBOR, LO QUE SUPUSO LA ENTRADA DE ESTADOS UNIDOS EN LA 2ª GUERRA MUNDIAL.


10-12-1971

EL POETA POR EXCELENCIA DEL MAR, PABLO NERUDA RECIBE EL PREMIO NOBEL.


LAS LETRAS DEL MAR EN LA FILATELIA

DANTE

Dante ha sido protagonista de sellos de correos de varios países: Alemania, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Vaticano, su Italia natal y otros, que han honrado así a uno de hombres los más preclaros de su época: el gran escritor, poeta, filósofo, narrador y político, autor de “La Divina Comedia". Dante nació en Florencia en 1265. De su niñez y juventud se sabe muy poco. Estudió en la universidad de Bolonia, a partir de 1295 empezó a participar en la vida pública de Florencia, fue embajador en otras ciudades, en 1302 sufrió el destierro de Florencia, y a partir de entonces llevó una vida errante por toda Italia mientras escribía sus obras. Murió en Rávena en 1321.
En "La Divina Comedia" narra su supuesto viaje al Infierno, para después pasar al Purgatorio y terminar en el Paraíso. Es una obra con final feliz, motivo por el que la llamó "comedia", en la que cita a Beatriz, su amor platónico de juventud, que guía a Dante a lo largo de la segunda etapa de su viaje. En la obra, Dante también cita a Caronte, que según la mitología griega era el barquero del Hades, encargado de guiar a los difuntos al otro lado del río Aqueronte si tenían dinero para pagar el viaje. Los que no lo podían pagar estaban condenados a vagar cien años a lo largo de las orillas del Aqueronte, hasta que Caronte los pasaba sin cobrarles. Por esta razón, en la Antigua Grecia los cadáveres eran enterrados con una moneda bajo la lengua para pagar el peaje del río.


A lo largo de la “Divina Comedia”, Dante hace continuas y frecuentes alusiones a la mar - agua, ríos, barcos, playas, leños, puertos, pez, remos, galeotes, almirantes… -, que hacen pensar en almas marineras, que en su viaje navegan del infierno al purgatorio y de éste al paraíso, donde continúan embarcadas. Como ejemplos se pueden citar varios fragmentos del viaje en las diferentes etapas del Infierno, Purgatorio y Paraíso.>BR>

DEL INFIERNO


Canto III

“… Pero viendo que yo no me marchaba

dijo: «Por otra vía y otros puertos

a la playa has de ir, no por aquí;

más leve leño tendrá que llevarte».

Y el guía a él: «Caronte, no te irrites…”


CANTO XXI

“… Como en los arsenales de Venecia

bulle pez pegajosa en el invierno

al reparar sus leños averiados

que navegar no pueden; y a la vez

quién hace un nuevo leño, y quién embrea

los costados a aquel que hizo más rutas;

quién remacha la popa y quién la proa;

hacen otros los remos y otros cuerdas;

quién repara mesanas y trinquetas;

así, sin fuego, por divinas artes,

bullía abajo una espesa resina,

que la orilla impregnaba en todos lados.



DEL PURGATORIO


CANTO II

“… los ojos, me incliné, y llegó a la orilla

con una barca tan ligera y ágil,

que parecía no cortar el agua.

A popa estaba el celestial barquero, …”


CANTO XXX
“… Cual almirante que en popa y en proa

pasa revista a sus subordinados

en otras naves y al deber les llama;…



DEL PARAISO


CANTO XII

“… Ahora piensa en quien fuese aquel colega

digno con él de mantener la barca

de Pedro en alta mar derechamente;…”


CANTO XIII

“…y vi derecha ya y veloz la nave

correr el mar en todo su camino,

y perecer cuando llegaba a puerto…”




Marcelino González

NOVEDADES NOVIEMBRE 2008 LIBROS

LA SÉPTIMA OLA

MOLLÁ AYUSO, Luis

Anticipándose a los pronósticos más pesimistas, el volcán de Cumbre Vieja, en la Isla de la Palma, ha terminado por fracturarse y millones de toneladas de roca se han precipitado al mar. La consecuencia es la formación de una ola gigantesca que se propaga velozmente en todas las direcciones, encontrado a su paso todo tipo de barcos cuyos aterradores tripulantes tendrán que dar lo mejor de sí para enfrentarse a ella con sus pobres recursos. La noticia del maremoto se extiende como la pólvora por todo el mundo. En Madrid, un gabinete de crisis trata de encontrar por la vía de urgencia soluciones a una tragedia que galopa sobre el mar demasiado deprisa. Enterados del desastre que se les viene encima, los gaditanos intentan buscar las alturas de la sierra para escapar del desastre, pero el pánico y la confusión se hacen dueños de la situación y las salidas naturales de la provincia no tardan en quedar colapsadas...


MARINUCAS

PÉREZ DE CAMINO, Fernando


La Sociedad Cántabra de Escritores, en colaboración con el Parlamento de Cantabria, publica en su colección Muelle de Anaos la obra Marinucas, del dibujante y pintor Fernando Pérez de Camino, con el propósito de poner al alcance de los lectores del siglo XXI una obra que refleja el mundo del cabotaje en el Santander decimonónico. Se trata del primer libro escrito e ilustrado por su autor, que está compuesto por cuatro marinas independientes que van más allá del cuadro de costumbres y que constituyen una pequeña novela cuyos protagonistas son más que tipos y cuyo escenario es la bahía de Santander.


LOS MEJORES CUENTOS DE LOS MARES DEL SUR

LONDON, Jack


Estos relatos de los Mares del Sur conservan la fuerza narrativa del primer London, con el fondo del nuevo paisaje feraz y marino, pero tan inhóspito y ominoso como el desolado Norte. Como si quisiera encarnar involuntariamente el tópico de que uno puede huir de cualquier sitio, pero no de sí mismo, el autor desplaza sus obsesiones unos miles de millas al sur, entre islas y atolones, traficantes de esclavos y comerciantes de perlas, caníbales y cazadores de cabezas. Este tortuoso viaje interior se plasma en unas narraciones en las que la naturaleza sigue siendo cruel e indiferente al sufrimiento humano y en las que el autor se desplaza hacia la amargura.


PEQUEÑO DICCINARIO DE LOS DESCUBRIMIENTOS

COPPIN, Brigitte


El periodo de los grandes descubrimientos hace honor a su nombre. En el siglo XV, una serie de navegantes, valerosos y visionarios, se atrevieron a cruzar los confines de la tierras conocidas hasta descubrir un nuevo continente, América. Las páginas de este libro te invitan a conocer a estos hombres, y también sus instrumentos, sus mapas y los barcos que les permitieron realizar estos viajes. A su lado revivirás la aventura de los descubridores y los mil peligros que entraña las conquista de un nuevo mundo. Con más de 150 entradas y la ayuda de detalladas ilustraciones, este libro aborda todos los aspectos importantes de este fascinante período de la historia, ofreciéndonos un texto riguroso y entretenido que cautivará la curiosidad de los más jóvenes.


EL MEDITERRÁNEO. UN MAR DE ENCUENTROS Y CONFLICTOS ENTRE CIVILIZACIONES

NORWICH, John


Esta historia del Mediterráneo nos guía por la riquísima y turbulenta historia de este mar y las civilizaciones a las que se ha acogido, desde los fenicios hasta el Tratado de Versalles, pasando por la conquista árabe de Siria y el norte de Africa, el Sacro Imperio y las Cruzadas, los Reyes Católicos y la Santa Inquisición, los largos asedios de Rodas y Malta por Solimán el Magnífico, los piratas berberiscos y la batalla de Lepanto; Nelson y Napoleón; La Guerra de la Independencia Griega y el Risorgimento italiano, la trágica campaña de Gallipoli y la guerra en el desierto que conllevó la fama al enigmático Lawrence de Arabia


EL OCÉANO.

GILPIN, Daniel


Los océanos constituyen el mayor hábitat del planeta. Dominan la superficie del globo cubriendo su mayor parte con un manto azul. A muchos de nosotros nos resultan misteriosos, y ciertamente numerosos lugares permanecen todavía sin explorar. Ahora, por fin es cuando, gracias a la labor de científicos y exploradores que escrutan su superficie y se sumergen en las profundidades abisales, empezamos a descubrir algunos de sus grandes misterios. Durante los últimos años se han producido importantes descubrimientos sobre este mundo sumergido que nos resultaba extraño hasta hace bien poco. Esta obra reúne todo lo que sabemos sobre los mares y la increíble variedad de vida que albergan. En estas páginas el autor nos conduce en un viaje desde las costas hasta el mar abierto y desde las aguas polares hasta las grandes profundidades del océano. Cada etapa del trayecto está ilustrada con sorprendentes fotografías que captan la increíble belleza del medio marino y dan a conocer a sus habitantes más representativos y peculiares. La vida en la Tierra comenzó en los océanos. Todos los seres vivos del planeta, entre ellos nosotros mismos, cuentan entre sus más remotos antepasados con organismos que vivieron en el mar. Hoy los océanos acogen a gran variedad de formas de vida. Algunas de ellas son recién llegadas, mientras que otras apenas han experimentado cambios desde su aparición hace millones de años. Pero todas ellas comparten un rasgo común: son supervivientes, criaturas perfectamente adaptadas a la vida submarina. El mar ofrece al observador ocasional una apariencia de uniformidad, la de una inmensa masa de agua que se extiende sin fin sobre el globo terráqueo, y que en este libro nos revela como falsa y alejada de la realidad. Desde los polos hasta los trópicos, los mares ofrecen alojamiento a una diversidad de seres vivos casi infinita y se comportan caprichosamente, imponiendo duras pruebas a sus moradores en algunos lugares mientras en otros ofrecen generosas oportunidades para crecer y prosperar.


ALMA DE PIRATA. VIAJE A TRAVÉS DE LA EDAD DORADA DE LA PIRATERÍA

CROCE, Pat

En la Edad Dorada de la Piratería (1690-1725), miles de bandidos y maleantes surcaban los mares en busca de barcos que asaltar y botines que saquear. Si bien los piratas siempre han despertado nuestro interés, la verdadera historia de sus vidas y sus muertes es mucho más intensa y fascinante de lo que podamos imaginar. En el interior de esta extraordinaria aventura interactiva encontraréis excepcionales documentos oficiales sobre los diferentes aspectos de la vida e historia de los piratas, complementados con ilustraciones a todo color y más de 25 divertidos y sorprendentes elementos interactivos incluyendo una brújula de la época, la réplica de una auténtica bandera pirata, el mapa desplegable de un tesoro, una muestra de los naipes de la época, el cartel de "Se busca" del pirata Henry Every y mucho más


EL SUBMARINO PERAL. LA GRAN CONJURA

SANMATEO PERAL, Javier


Tras casi ciento veinte años de falsedades y medias verdades el bisnieto del inventor desvela la tragedia de Isaac Peral y acaba con una injusticia histórica demostrando, sin lugar a dudas, que el teniente de navío de la Armada española, Isaac Peral Caballero fue el inventor del Submarino. Un hombre de honor que ofreció lo mejor de sí mismo como marino y como científico a su patria, cuando esta más lo necesitaba. Fue vilipendiado y escarnecido por gobernantes que pocos años después llevarían España al desastre, y los fundamentos de su submarino publicados oficialmente, siendo aprovechados por otras marina que tardarían diez años en construir algo parecido a lo que los españoles tuvimos en 1890.


HISTORIA Y LEYENDAS DE LOS SIETE MARES

HACE 150 AÑOS: CUANDO ESPAÑA INVADIÓ VIETNAM

Hace ahora 150 años, en 1858, un grupo de soldados españoles, junto a franceses y filipinos, se desplazó hasta la Cochinchina (Vietnam del Sur) y tomó Saigón. Allí permaneció hasta 1862, cuando el emperador vietnamita pidió la paz, tras la cual nació la Indochina francesa. España había colaborado en su creación, pero apenas obtuvo beneficio. Fue una victoria tras otra. Después de la muerte, en septiembre de 1857, del vicario apostólico del Tonkín central, el dominico español José María Díaz Sanjurjo (Melchor de San Pedro para sus fieles), una expedición de castigo de unos 3.000 soldados franceses, españoles y filipinos conquistó Danang, la principal ciudad de Vietnam central, en septiembre de 1858. Unos meses después, se dirigieron hacia Vietnam del Sur, en aquella época conocido como la Cochinchina, y tomaron la ciudad de Saigón, que ya entonces tenía más de 100.000 habitantes. Finalmente, en mayo de 1862, el emperador vietnamita Tu Duc pidió que se iniciaran las negociaciones de paz que se concretaron en el Tratado de Saigón. Era el nacimiento de la Indochina francesa, en el que España colaboró de forma significativa Los españoles estaban presentes en el sudeste asiático desde el año 1565, cuando llegó a la isla de Cebú una expedición mandada por Miguel López de Legazpi y el fraile agustino Andrés Urdaneta. La conquista de las Filipinas fue relativamente rápida y pronto se dirigieron las miradas hacia China, Indochina y las islas de las especies.


Sin embargo, Asia no era América, y además España sufrió derrotas como la de la Armada Invencible que llevaron a enfriar los planes de expansión en el continente asiático. Su presencia en la región, por tanto, se centró en proveerla de plata americana y en impulsar una gran red de comunidades misioneras por el lejano Oriente. En el actual Vietnam, se documenta la presencia de misioneros españoles, en concreto dominicos, desde el año 1678. En el siglo XIX, el panorama político y militar había cambiado sustancialmente. España ya no era la gran potencia mundial y el dominio de los siete mares correspondían a Gran Bretaña y Francia. La primera contaba con una importante presencia en la India. La segunda estaba dispuesta a buscar cualquier excusa para conquistar Indochina, desde que un 28 de mayo de 1787 el emperador del reino de Annam había permitido la presencia comercial de franceses en ese país. La excusa perfecta fue el asesinato del misionero dominico Díaz Sanjurjo. París reclamó la defensa de la civilización occidental y solicitó al gobierno de Madrid el envío de una expedición conjunta de castigo. Los españoles eran los aliados perfectos de Napoleón III, porque su participación evitaba las objeciones británicas y no suponían competencia alguna en la región. En esos años, la presencia comercial francesa en Asia oriental era ya muy importante, especialmente en China, mientras que, a excepción de Filipinas, ninguna casa de comercio española se había instalado en esas costas, ni siquiera en Hong Kong. Tal como se quejaba el propio cónsul general de España Gumersindo Cañete, "de todas las naciones han venido a establecerse un gran número de negociantes, excepto españoles". El comercio de la provincia china de Fujian con Filipinas seguía siendo tan importante como antaño, pero estaba a cargo casi en exclusiva de mercaderes chinos, aunque un muelle del puerto de Xiamen se llamara "de los españoles". En realidad, estos estaban adaptándose muy lentamente a la navegación a vapor y ni siquiera su presencia en Filipinas los azuzaba para comerciar por el sudeste asiático.


España se unió a la expedición de Cochinchina sin saber muy bien los objetivos, aparte de la gloria de defender a los suyos. Además, hay que tener en cuenta que, en esos años, la Armada y el Ejército español estaba muy dispersos y las posibilidades de actuar, debilitadas. Habían participado con diferente suerte en diversas campañas en América, como la dirigida por Prim en México y la de Santo Domingo; estaban combatiendo en la costa americana del Pacífico (1863-1866) contra las nuevas naciones de Perú y Chile, y luchaban contra los rifeños en la guerra de Marruecos. Además, el país había sufrido la tragedia de tres guerras civiles. Por ello, de los trece buques que participaron inicialmente en la expedición de Indochina, solo uno era español. Se trata del Elcano, que, además, era el que tenía menor capacidad de fuego, con solo dos cañones y 75 tripulantes, mientras que la fragata francesa Nemesis, por ejemplo, tenía 52 cañones. Más tarde el Elcano fue sustituido por el vapor Jorge Juan, con seis cañones y 175 tripulantes. El contingente militar, mayoritariamente integrado por filipinos, zarpó de Manila en dirección al puerto de Danang, llamado antiguamente Turón por los españoles, principal ciudad de Vietnam central. En septiembre de 1858 cayó esta localidad, y el 10 de febrero de 1859 los aliados atacaron Saigón, la capital de la Cochinchina. Tras la toma de la plaza, el mando francés izó la bandera tricolor y se apropió del botín. El ejército galo siempre consideró a las tropas españolas como auxiliares y mandó regresar a Filipinas todo el contingente español que no estuviera en Saigón, y con ellos al jefe del cuerpo expedicionario, el coronel Bernardo Ruiz de Lanzarote. Solo quedó en Vietnam un centenar de soldados españoles bajo la órdenes del teniente coronel Carlos Palanca Gutiérrez. Tras diversas acciones militares, en la primavera de 1862 el emperador Tu Duc aceptó las condiciones de París: cedió la zona ocupada a Francia y permitió la libertad religiosa. Un año después, los franceses ocuparon Camboya y una década más tarde, el norte de Vietnam. En 1902 habían conseguido unificar toda Indochina y España apenas había sacado beneficio de la campaña. Las tropas regresaron a Filipinas y la historia oficial española empezó a olvidar la expedición.


¿Por qué esta guerra fue un verdadero paseo militar de la coalición francohispana? ¿Por qué resultó tan fácil derrotar a Vietnam en la primera guerra de Indochina si lo comparamos con la famosa guerra de Vietnam del siglo XX? La diferencia crucial, fue, ciertamente, la motivación. A finales del siglo XIX, Vietnam ansiaba liberarse de la odiada influencia china, de más de mil años de duración. La expedición europea era vista, así, como un contrapunto a esa aplastante hegemonía milenaria, tal como recordó el líder comunista Hô Chi Minh. Pero los vietnamitas nunca consideraron a los franceses como superiores, ni admitieron que su futuro debiera estar en manos extranjeras. Los funcionarios vietnamitas que estudiaban en Francia fueron siempre mal vistos en el país, al igual que los cristianos, que nunca superaron el cinco por ciento de la población. Los franceses buscaron imitar el modelo español de colonización de las Filipinas para consolidar su dominio y pretendieron que los vietnamitas se convirtieran masivamente al cristianismo. Sin embargo, se encontraron con un nacionalismo creciente, que en menos de un siglo fue capaz de derrotarlos en Diên Biên Phu, en el año 1954.


Pero, además, no hay que olvidar el avance tecnológico que separaba ambos contendientes. Los vietnamitas solo disponían de elefantes frente a las poderosas armas de fuego de Occidente que, además, contó con una hábil estrategia, a la vista de los resultados. Tras conquistar Danang, en el Vietnam central, la coalición europea rehusó atacar el corazón del imperio de Vietnam en el norte y miró hacia el sur, a la Cochinchina y a su capital. Saigón era entonces una ciudad fronteriza, situada en la fértil desembocadura del Mekong, ganada a los camboyanos, y en donde vivían los recelosos de la autoridad central del reino de Annam. París temía atacar de entrada Huê, la capital vietnamita, y veía más factible sitiar Saigón, a pesar de las presiones de los misioneros, que preferían que la expedición arremetiera contra el norte (porque allí se concentraba la mayor parte de los cristianos vietnamitas) y de los españoles, que querían ir a Tonkín, por su cercanía a las Filipinas. El gobierno de Napoleón III recelaba de los misioneros españoles, "más ardientes y fanáticos que los franceses". El primer gobernador de Cochinchina, el contralmirante Bonard, los acusó de ser antiguos guerrilleros e incluso de carlistas. Pero, en cualquier caso, España apenas incordió a los franceses ni hizo valer su presencia en Filipinas para conseguir mejores resultados; había confiado ciegamente en Napoleón III y había embarcado a sus tropas con la única ambición de castigar la muerte del dominico, sin exigir garantías y sin apenas coordinación entre la península y el gobernador de Filipinas. Además la expedición contó con aliados locales. Por un lado, el reino de Siam (la actual Tailandia), un enemigo tradicional de Vietnam que siempre estaba dispuesto a colaborar con los europeos contra su vecino. Por el otro, Camboya, con un poderío mucho menor, pero que también ha buscado siempre contrarrestar la hegemonía de sus vecinos. Francia fue un mal menor para los camboyanos, que se echaron en manos de los franceses para luchar contra el dominio vietnamita, como hubieran hecho contra los thais de Siam.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi estimado navegante:

Un gustazo como siempre el estar surcando tus mares y de nueva cuenta me encuentro esta serie de sugerencias en el ambito de la lectura. Sin duda alguna un gran trabajo de investigación y en donde abarcas diferentes aspectos.
Gracias por difundir estos temas y por aqui estare navegando en tus dominios marinos.

Javier, te envio saludos y mis mejores deseos desde el otro extremo del océano.

Atte. Guillermo JB2000

Javier dijo...

Quien hace toda esta labor, Guillermo, son los integrantes de la Fundación "Letras del Mar" a cuyo newsletter estoy apuntado. Yo solo me limito a proporcionaroslo ya que es harto interesante.

Comparto tus deseos.