jueves, octubre 25, 2007

25 de Octubre de 2007

Por Eduardo R. Kipp · Cartagena
El anteproyecto del Museo de la Armada en parte del edificio principal del Cuartel de Instrucción de Marinería incluye el acristalamiento total del edificio anexo para albergar piezas de artillería en desuso
CARTAGENA. La instalación del Museo Naval en el antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería no se limitará a la ocupación de parte del primero piso del edificio principal, sino que, según el anteproyecto que ya ha sido redactado, está previsto que incluya la reforma del edificio de grandes arcos que se encuentra al otro lado de la explanada, denominado popularmente como de las Atarazanas.

Esta construcción, que en realidad era el edificio de calderas del CIM y no unas atarazanas, pasaría a albergar grandes piezas de Artillería de las que formaban parte en el pasado del armamento de barcos que ya han caído en desuso. Estos elementos, por su gran volumen, no cabrían en los espacios con que contará el Museo en el edificio principal, según informaron fuentes de esta institución. Estas piezas se encuentran actualmente en almacenes del Arsenal Militar, esperando a que se complete la adecuación del edificio para parar a formar parte de la exposición.

La reforma prevista, todavía por aprobar y contratar, consistiría en cubrir los umbrales de las grandes arcadas que dan entrada al edificio con elementos transparentes, de vidrio o de algún tipo de material plástico. De esta manera, se conservaría la fisonomía del edificio y se podría convertir también un espacio expositivo.

El Museo Naval contará, a cubierto, con un total de 2.000 metros cuadrados de superficie expositiva en el edificio principal. Sus instalaciones ocuparán toda la fachada de la planta baja del ala este del edificio.

Las fuentes consultadas recordaron que en la actualidad el Museo Naval ocupa el edificio que antaño albergada un centro educativo perteneciente a la extinta Bazán. Sus instalaciones apenas permiten contar con 1.600 metros cuadrados para mostrar las piezas de la exposición. Esto hace que no haya sido posible poner en práctica un auténtico plan de musealización y que las piezas que forman la exposición se apelotonen sin permitir, en muchos casos, al visitante, una visita relajada.

El resto de las piezas existentes y en exposición se encuentran almacenadas en dependencias traseras del propio museo. En las nuevas instalaciones no se reproducirán esas estrecheces.

Una muestra que abarque la explanada central

Tras descartarse el aprovechamiento puramente lúdico de la plaza central del Cuartel de Instrucción de Marinería, entre el edificio principal y el de calderas o Atarazanas, lo que se pretende es convertirlo en un espacio de esparcimiento cultural, con la ubicación allí del submarino Marsopa de la serie 70, retirado del servicio hace tres años, y de un facsímil a escala real de una antigua galera o barco de época. De esta manera, la exposición relacionada con la Armada se extendería desde el recinto del Museo Naval hasta el edificio de grandes arcos junto a él con un espacio intermedio al aire libre.

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